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En busca de la mascota perdida en Piloña

"Lo echamos de menos", dicen los alumnos del colegio de Infiesto, que ofrecen una moneda de chocolate al que encuentre a su peluche "Moli"

Los alumnos de 4 años del colegio público de Infiesto, con los carteles de su mascota. C. CORTE

"Muy tristes". Así se encuentran los alumnos de infantil del colegio público de Infiesto desde que trascendió la noticia de que su mascota "Moli" había desaparecido. Los niños del curso de cuatro años, que se turnan para cuidar al peluche una semana cada uno, le perdieron la pista el pasado martes cuando el compañero Leo salió por la tarde a jugar con él en la Plaza del Ganáu de Infiesto. Desde entonces los menores se han convertido en auténticos detectives que siguen todas las pistas posibles para determinar el paradero de su mascota.

El aprecio por "Moli" es tal que ayer mismo salieron de excursión por la capital avellanera para preguntar a todos los vecinos que se encontraban a su paso si lo habían visto. Lo hicieron equipados con carteles que su profesora de religión les ayudó a diseñar y en los que se puede ver dibujado la cara del peluche acompañado por la frase "Se busca Moli".

El instituto de Infiesto, la Casa de Cultura "Marqués de Vistalegre" y el parque de la Plaza del Ganáu fueron sólo algunos de los puntos donde colocaron los avisos. Además, los estudiantes ofrecerán una recompensa a quien les traiga de vuelta a "Moli" al centro educativo: una moneda de chocolate.

La mascota del colegio piloñés se caracteriza por tener un pelo pincho de colores y parecerse a un niño que va vestido con pantalón vaquero, jersey verde, zapatos amarillos y una mochila con un paracaídas. La profesora de los menores, Carmen Juan, lamentó la pérdida y confió en que alguien encuentre pronto la mascota y la devuelva al colegio. "Moli siempre iba acompañado por un libro viajero con hojas en blanco en que los alumnos tenían que poner su receta favorita con fotos y dibujos. Nos servía para ir introduciendo los distintos temas", explica. "La pérdida es para los críos, pero a la vez les sirve para potenciar valores como el trabajo en equipo o la empatía con los compañeros. Además, se han acercado a ver a los estudiantes de otros cursos superiores para implicarlos en la búsqueda", cuenta la docente.

Una de las últimas personas que vio a "Moli" fue la alumna Nora Toyos Sánchez, que cuidó de la mascota durante todas las vacaciones de Semana Santa. "Lo llevé a casa de mis abuelos a Ques para que los conociera, lo saqué al supermercado y hasta al área recreativa del Chorrón en Villamayor, y ahora lo echo de menos", explica. "Ojalá que lo haya encontrado un niño que le enseñe muchas cosas y que no esté por ahí solo triste y llorando. Me da pena que se vaya a perder la Feria de Abril porque vienen atracciones como los caballitos", reflexiona.

Sus compañeros de clase confían en que el peluche aparezca pronto y en perfecto estado. "Lo mismo aparece en el Descenso del río Piloña vestido de Tritón", aventuran algunos. Los jóvenes se plantean visitar incluso el Ayuntamiento para solicitar la colaboración de la corporación municipal si las pesquisas no prosperan en los próximos días.

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