Decenas de personas despidieron ayer en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena a Teri Fernández, una de sus vecinas más entrañables, fallecida el pasado miércoles en Oviedo. La defensa y la lucha en favor de los derechos de las personas con discapacidad ocupó una buena parte de su vida, junto a su dedicación a la artesanía y a escribir cuentos que relataba a los niños. En "La vida escrita desde treinta centímetros más abajo", un libro que presentó en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA en 2011, relató su experiencia personal con una minusvalía física que le acompañaba desde los 3 años. Pretendió concienciar a la gente de los problemas de los minusválidos a la hora de desplazarse. En la imagen de la izquierda, el traslado de las cenizas a la iglesia; a la derecha, asistentes al funeral, informa E. G. CEA.