Indignación entre los socorristas y sorpresa entre los usuarios de las concurridas playas colunguesas de La Griega y La Isla. El servicio de salvamento comenzó a funcionar el pasado viernes bajo mínimos y con un rosario de deficiencias, según los propios profesionales. Un coche con el maletero abierto hace las veces de caseta de salvamento en ambos arenales. "Parece que estamos de botellón. La gente que nos ve nos pregunta y no dan crédito", dijo ayer uno de los socorristas.

Además de la falta de casetas (la única playa que la tiene es la de Lastres), tampoco disponen de torres de vigilancia ni de sillas. Carecen a su vez de collarines, de tablero espinal o de una camilla. Para colmo, el coche que utilizan como cuartel general debe estar a la sombra, pues en su interior está el desfibrilador. Aseguran que en caso de que se produzca una situación de emergencia en la que se haga imprescindible el uso de este aparato, el tiempo de respuesta sería mayor.

Los socorristas califican de vergonzosa la situación por la que están pasando. "Nos deberíamos haber planteado no empezar a trabajar en estas condiciones. Es penoso. Estamos cubiertos en caso de que hubiese una parada cardiaca o un recate en el agua, pero para otras cosas no", dicen.

Los profesionales apuntan a que debe ser el Ayuntamiento el encargado de proporcionar las casetas de salvamento y parte del material a la empresa adjudicataria del servicio.