Andrín, en Llanes, vibro en la mañana de ayer con la tradicional fiesta en honor a Nuestra Señora. La celebración, declarada de interés turístico regional, fue vivida con intensidad por un nutrido grupo de personas, que acompañaron a la imagen en su recorrido procesional entre la iglesia y la capilla. La eucaristía, que fue oficiada por el sacerdote local, José María Llada, comenzó pasadas las 12.30 horas, en una iglesia abarrotada. A continuación, las aldeanas, en grupo cercano al medio centenar, llevaron a cabo el ofrecimiento del ramu y la reverencia, rituales que este año tuvieron lugar antes de comenzar la procesión.

El ramu de menor tamaño, decorado con hortensias y del que colgaban veinticinco roscos de pan dulce, fue llevado a hombros por Marián Rivero, Isabel y Teresa Ruiz de la Peña, y Ángela de la Hera, todas ellas ataviadas con el traje de aldeana llanisca. El ramu de mayor tamaño, perfectamente engalanado para la ocasión a base de hortensias, lo llevaron en esta ocasión José Rodríguez, Juan Álvarez y Alejandro y Carlos Blázquez.

La procesión iba encabezada por la cruz, que llevaba Fermín Martínez Junco, y el estandarte que en esta ocasión portaba Daniel García de la Hera. Tras ellos iban los integrantes del grupo de gaitas "Principado", integrado en la jornada de ayer por Vicente Trespalacios al tambor, Carmen Barrantes al bombo y Juan Oliver a la gaita. "A Nuestra Señora en Andrín llevamos viniendo desde hace por lo menos treinta años", señaló Vicente Trespalacios quien, durante el cántico del ramu, marcó con el tambor el ritmo de los cánticos que interpretaron las aldeanas. Previamente habían amenizado el comienzo del día con un pasacalles.

Una vez finalizada la procesión, entre la iglesia y la capilla de Nuestra Señora, tuvo lugar un festival folclórico a cargo de los jóvenes de la localidad quienes regalaron a los presentes unas aplaudidas interpretaciones del xiringüelu de Naves, el quirosanu y el pericote, entre otros bailes. La exhibición puso el broche de oro a la jornada. La fiesta en Andrín con motivo de Nuestra Señora había comenzado la tarde del lunes con el traslado procesional de la imagen, una concurrida espicha y una verbena que amenizó un DJ.