El periplo del radar móvil cedido por la Dirección General de Tráfico al Ayuntamiento de Llanes mediante un convenio firmado con la Jefatura de Tráfico se ha dado por concluido. El pasado 13 de noviembre fue utilizado por última vez, según señalaron ayer fuentes municipales. El cinemómetro con el que el vehículo iba equipado ha detectado casi 300 infracciones de tráfico por exceso de velocidad en menos de dos meses. Todas ellas, que en la actualidad se están tramitando, serán notificadas a los conductores en próximas fechas.

El polémico radar, cuya llegada a Llanes causó un gran revuelo en el seno de la Policía Local tras denunciar la Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (USIPA) que los agentes no habían recibido la formación adecuada para su utilización, cosa que negó la dirección del cuerpo armado, ha estado colocado desde septiembre en la calle Nemesio Sobrino, en la avenida de las Gaviotas y la avenida de la Paz, en Llanes, y junto al colegio Don Orione en Posada.

Las sanciones por exceso de velocidad detectadas se saldarán con el pago de una multa por valor de 100 euros. Tan solo se detectó una infracción que acarreará la retirada de dos puntos y 300 euros de multa. Se trata de un coche que circulaba por Posada a 74 kilómetros por hora. La Policía Local mantendrá los tres etilómetros cedidos por la DGT.

El Ayuntamiento asegura que la campaña no ha tenido un fin recaudatorio, sino que ha pretendido concienciar a los conductores de la necesidad de respetar los límites de velocidad en las zonas urbanas.