No estaba en el orden del día del pleno extraordinario celebrado en la mañana de ayer en Cangas de Onís, pero el tema de la polémica construcción del nuevo instituto se coló entre los diez puntos a tratar y se convirtió en el asunto estrella del debate. El alcalde cangués, José Manuel González Castro (PP), tendió la mano a la Consejería de Educación para llegar a un acuerdo sobre la ubicación del nuevo edificio que albergará el Instituto Rey Pelayo. "Queremos agotar el diálogo", dijo. Eso sí, marcó el territorio para dejar claro su malestar con este organismo. "Este equipo de gobierno ha sido leal a la Consejería en todo momento para buscar soluciones a la ubicación de nuevo instituto y a los cuatro años que llevan los chavales en barracones", dijo.

Añadió más tarde que la "lealtad, honradez y honestidad" demostrada no ha sido correspondida. Afeó González Castro el, a su juicio, poco elegante comportamiento de la Consejería. "Filtraron que el Ayuntamiento no iba a conceder esa licencia. Eso demuestra un nivel muy bajo, al no tener un documento oficial que lo corroborase. E impidieron que el Alcalde acudiese a dar explicaciones oficiales a un concejo escolar." Anunció el regidor que el asunto de la licencia se resolverá en las próximas semanas.

La polémica en relación al nuevo instituto explotó la semana pasada cuando la Consejería de Educación, en manos socialistas, aseguró que el Consistorio denegaría la licencia de obra al no estar de acuerdo con la ubicación que se pretende dar al centro, en el patio frontal y pegado a la calle. El regidor cangués lo negó asegurando que estaban valorando opciones y confirmando la existencia de un informe de la oficina técnica desaconsejando la ubicación frontal del nuevo inmueble. González Castro lamentó que los alumnos del IES Rey Pelayo lleven cuatro años recibiendo clases en casetas de obra y pidió que no se politice este asunto. "Pretendemos seguir hablando con Educación y agotar el diálogo para buscar la mejor solución posible. No queremos hacer ninguna actuación ilegal ni prevaricar", subrayó.

El tema de la zona azul, que sí estaba en el orden del día, fue el otro gran asunto del pleno. Con el voto positivo de la mayoría de las fuerzas políticas en el consistorio (PP, PSOE y Foro), y el voto en contra del edil de Cangas Puede, José Carbonell García-Castro, se aprobaron los pliegues del contrato de gestión del servicio de la zona azul en el aparcamiento de El Censo que será adjudicado a una empresa privada. La zona azul estará operativa en este lugar del 1 de marzo al 31 de octubre de 2018. La primera media hora será gratuita y se podrá permanecer un máximo de dos horas, al precio de un céntimo por minuto (el importe máximo por estacionar un vehículo en este lugar será de 90 céntimos). "Que la zona azul la explote el Ayuntamiento asegura los sueldos de los trabajadores y que los beneficios sean para las arcas municipales", argumentó Carbonell. El regidor cangués replicó asegurando que es inviable regular el aparcamiento rotatorio con los medios actuales de los que dispone la administración local y aseguró que una gestión privada garantizará la calidad del servicio. "La zona azul tendrá como principal objetivo mejorar la vida de los vecinos y va a generar dos puestos de trabajo en nuestro municipio, lo cual es una gran noticia", indicó.