Un nuevo corrimiento de tierra a una veintena de metros del argayo de grandes dimensiones acaecido en marzo de 2011 sobre el lateral norte de la playa de El Sablón ha encendido las alarmas en la villa de Posada Herrera. El desprendimiento acontecido hace unos días se suma al ocurrido en este mismo lugar el pasado mes de diciembre, según indicaron ayer desde el Ayuntamiento de Llanes. Ambos se ubican justo debajo del bar de temporada que abrió al público el pasado verano. El consistorio de Llanes, a primera hora de la mañana, puso lo ocurrido en conocimiento de la Demarcación de Costas. La escorrentía que discurre por la ladera situada justo debajo del bar de temporada ha ocasionado, según varias voces, el argayo.

El edil de Obras del Ayuntamiento de Llanes, Juan Carlos Armas (PP), fue quien puso lo ocurrido en conocimiento de Costas. "Parece que está estabilizado, pero no deja de ser un lugar donde hubo problemas no hace mucho. Claro que nos preocupa", apunta. De momento, y al no invadir las piedras desprendidas el paseo que rodea la playa, no se valora impedir a los peatones el paso por esta zona.

"Es una zona de desprendimientos donde hay un cartel que lo advierte. Todo apunta a que se ha producido por lo mucho que ha llovido en estas últimas fechas. Costas no tenía conocimiento de lo ocurrido y se lo dijimos. Ahora deben hacen un informe. Es cierto que antes de Navidad hubo otro. Hay que tener cuidado y por eso hemos dado el aviso", asegura Armas. En opinión del edil llanisco, no hay razón de peso para pensar que la instalación del bar de temporada tenga relación con el argayo.

La secretaria de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), María José Rodríguez, colectivo que criticó con dureza el visto bueno dado por la CUOTA y por Costas para instalar sobre la ladera del Sablón un negocio, cree que lo ocurrido no deja de ser una advertencia de lo que puede ser un desprendimiento de mayores proporciones, similar al que tuvo lugar en marzo de 2011. "Al estar sobre este lugar un establecimiento público no solo es un pegote paisajístico, sino que además es un peligro. El informe de Costas avalando la instalación del chiringuito no lo echa abajo AVALL ni los jueces, sino la naturaleza", añade. Costas, a petición del colectivo vecinal, presentó un informe sobre este terreno, en el que daba su visto bueno a la instalación del chiringuito.

Entre finales de 2013 y comienzos de 2014, Costas invirtió 155.781,40 euros para retirar las piedras del espectacular desprendimiento que tuvo lugar en marzo de 2011. Para paliar sus consecuencias se levantó un dique con el objetivo que si tenía lugar un nuevo argayo no afectase al arenal. Dicho dique se hizo con las propias piedras del desprendimiento en un cuarenta por ciento.

En mayo de 2016, Llanes otorgó la licencia de apertura para abrir sobre un terreno de esta ladera un bar de temporada tras lograr la propiedad el permiso de Costas durante cuatro años. La CUOTA también informó favorablemente el proyecto. La cercanía del argayo de 2011 llevó a las autoridades llaniscas a solicitar un estudio geológico para determinar la estabilidad de la zona en la que se plantea la apertura del negocio. Dicho informe cuestionaba la instalación de un bar desmontable de temporada en esa zona, pero la propiedad presentó hasta tres informes geológicos que avalaron el proyecto y cumplieron, estrictamente, con todas las exigencias legales. Dicho establecimiento abrió sus puertas por primera vez el pasado verano.