Nunca un homenaje del pueblo llanisco a uno de sus vecinos fue tan merecido. Ese era ayer el sentir general con motivo de los actos de reconocimiento a la figura del médico y exregidor llanisco de noventa años Ramón Sobrino de la Vega, reciente nombrado hijo predilecto de Llanes. Cientos de personas llegadas desde diferentes puntos del concejo no quisieron faltar a la cita y le mostraron su admiración y respeto por tantos años de servicio, en multitud de ocasiones desinteresado, como facultativo y gestor público.

La celebración comenzó en la basílica de Llanes a las doce con una misa solemne en la que la "Schola Cantorum", bajo la dirección de Camino Fernández García, interpretó la misa llanisca compuesta por Ramón Sobrino Sánchez, catedrático de Musicología de la Universidad de Oviedo e hijo del homenajeado, y el ex párroco de Llanes, Luis Díaz García. El hoy párroco titular, Florentino Hoyos, dedicó a Sobrino durante la homilía unas bonitas palabras en las que hizo hincapié "en el compromiso de su vocación para ayudar a los más desfavorecidos".

Finalizada la eucaristía, y tras atender a las felicitaciones y parabienes de una legión de personas, los actos de homenaje se trasladaron al Ayuntamiento de Llanes. En un abarrotado salón de plenos, Sobrino fue recibido por el Alcalde, Enrique Riestra, y los ediles Juan Carlos Armas y Marián García, quienes le hicieron entrega de un ramo de flores y de una figura que representaba un pañuelo de aldeana. "Estoy muy agradecido y emocionado", dijo tras recibir una atronadora ovación. "Tener un vecino así es un orgullo para la sociedad llanisca", señalaron los miembros del equipo de gobierno.

La última parte del homenaje nacido de lo más profundo de la sociedad civil llanisca tuvo lugar en el restaurante La Palma de Llanes, donde se celebró una multitudinaria comida a la que asistieron 266 personas. María José Rodríguez, integrante de la comisión organizadora del evento, aseguró que "hablar de Ramón Sobrino es hacerlo de un vecino ejemplar. Los llaniscos hemos tenido durante muchos años la inmensa suerte de tener con nosotros a un médico extraordinario y, sobre todo, una grandísima persona", manifestó.