Más de ochocientos escolares llegaron desde el colegio de las Dominicas de Oviedo en la mañana de ayer a Covadonga para visitar a la Santina y celebrar así, de esta forma tan especial, el año jubilar que conmemora, entre otras cosas, el centenario de su coronación. Además, con esta visita también han conmemorado la fiesta por el patrón del centro, San Francisco de Coll.
"Este es el año de la Virgen, por eso es un año importante, así que poder celebrar el aniversario aquí es algo único para nosotros", cuenta la directora del centro escolar, Charo Barriales.
Los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato empezaron a abarrotar la explanada frente a la basílica alrededor de las once de la mañana y, por turnos por lo escaso del lugar, hicieron la primera y sin duda más especial de las visitas que tenían programadas: ir a la cueva para ver de cerca la imagen de la Virgen de Covadonga. "Todos los años celebramos el patrón del colegio, pero no es habitual que se haga en Covadonga. Este año es especial por todo lo que se celebra aquí, así que estamos muy contentos de haber venido", explica Cristina Terrón, alumna de segundo de bachillerato del centro.
El sentimiento era compartido por todos los alumnos, independientemente de la edad. Muestra de ello es que Covadonga Artime, de 13 años, estaba encantada de encontrarse en un lugar tan especial. "Nos hace mucha ilusión estar aquí, además de que lo estamos celebrando todo el colegio junto", apunta.
Quienes tampoco quisieron perderse el día por Covadonga fueron los profesores del centro. De hecho, además de los actuales docentes, incluso algunos ya jubilados se sumaron este año a la celebración y visitaron el sagrado lugar. "Mis nietas son alumnas del colegio y me apetecía venir, además de que para nosotros este es un año especial por todo lo que significa la Santina", cuenta Rosa Ramos, antigua profesora del colegio ovetense.
Tras la visita de todos los estudiantes a la cueva y un tiempo de convivencia en la explanada, todos ellos se dirigieron a la basílica, donde asistieron a una eucaristía a cargo del capellán de su colegio, Santiago Heras. Una celebración diferente para un año en el que el santuario y la Virgen de Covadonga tienen más protagonismo que nunca.
