Ch. N.

El concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, volvió ayer a insistir en que en la polémica por el proyecto para abrir un pub musical frente a Foncalada sólo se tomarán decisiones «que supongan el cumplimiento estricto de la legalidad propia y ajena, pues entendemos que ha de respetarse la legislación municipal y las leyes regionales de Patrimonio». Mortera se mostraba, así, de acuerdo con las declaraciones del presidente de Hostelería de Asturias, José Almeida, quien el sábado reclamó que se cumpliera la ley y rechazó que la concesión de licencias pudiera ser «una cuestión política».

La nueva declaración del concejal de Urbanismo sale, también, al paso de la aparición en esta polémica de la portavoz de los socialistas, Paloma Sainz, quien precisamente había exigido al alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, «voluntad política» para impedir la instalación de este negocio en la zona de Foncalada.

Mortera admitió que los ayuntamientos «irán perdiendo o viendo matizadas sus competencias en licencias en favor de procedimientos más técnicos, porque ni para un bloque de viviendas ni para un negocio hostelero una licencia no puede estar sujeta al capricho de quien gobierna como exige la señora Sainz». En resumen, para Mortera, lo que pide Sainz supone «saltarse la legalidad y poner o quitar licencias por criterios particulares».

La portavoz municipal del PSOE «vuelve a pecar de arbitrariedad» y sus palabras, según el concejal de Urbanismo, «reflejan la zona cero de la decencia política en la que está instalada». Mortera denuncia que «cuando un asunto atañe a una persona de sus filas todo es correcto y en caso contrario debe ser víctima de todo tipo de represalias». Además, añadió Mortera, «para los socialistas, cualquier circunstancia de Oviedo que pueda ser criticable se critica si beneficia a Gijón, y se ignoran otros aspectos importantes como, en este caso, la situación de abandono que afecta al Prerrománico, con la desidia absoluta del Principado en la preservación de los monumentos en Oviedo».