El vivero de empresas que la ciudad tiene previsto construir en los próximos meses en el barrio de Ventanielles estará en parte inspirado en la filosofía de Silicon Valley (Valle del Silicio) californiano, donde se concentran las grandes empresas del sector tecnológico estadounidense y las denominadas «start-ups» (empresas en formación). Una de las grandes novedades que tendrá el edificio será un laboratorio para producir prototipos y desarrollar tecnología en tres dimensiones (3D). La obra tendrá un presupuesto, en principio, superior a los dos millones de euros y será financiada a cargo de los fondos del plan Urban, que supervisa el concejal de Economía, Jaime Reinares (PP), gracias al ahorro que se ha producido en la licitación de otros proyectos de este programa. El plan Urban se alimenta en su mayor parte de dinero procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

El objetivo que persigue este vivero de empresas, que a priori se centrará en impulsar la creación de firmas vinculadas a las nuevas tecnologías, es atraer a jóvenes emprendedores, generar empleo y al mismo tiempo valor añadido, ya que este tipo de sociedades suele generar un efecto llamada a otras industrias. La filosofía de este nuevo complejo empresarial se centra en aunar en un mismo espacio todos los pasos que se supone que acaban produciendo el nacimiento de una nueva empresa: creatividad, acompañamiento, coworking, networking y laboratorio de pruebas. De esta forma, el vivero contará con cuatro grandes áreas: encuentro; creatividad, aprendizaje y prototipado; acompañamiento e incubación; y alojamiento empresarial.

Por eso, el proyecto que el municipio tiene sobre la mesa pasa por crear varios espacios a base de módulos que permitan usos flexibles, y que no sólo se centrarán en cuestiones puramente empresariales. También se pretende llevar a cabo en su interior encuentros de emprendedores, culturales y artísticos.

El área de encuentro servirá para que los nuevos emprendedores se conozcan e intercambien experiencias. En esta zona también está prevista la creación de zonas de descanso y puntos de encuentro con clientes y proveedores. Además, contará con una sala de lectura en la que el papel será desterrado: todo lo que allí se encuentre estará en formato digital.

El área de creatividad, aprendizaje y prototipado se centrará en que los futuros empresarios adquieran nuevas capacidades y destrezas para sacar adelante su negocio. Contará con aulas de creatividad, tecnológicas y de formación.

Mientras, la denominada zona de acompañamiento e incubación servirá para asesorar al emprendedor en su búsqueda de una idea de negocio. Aquí contactará con los mentores del proyecto «Oviedo emprende», que instalará su sede en el edificio, que pondrá a su disposición. En este espacio también podrán buscar asesoramiento empresas de reciente creación o aquellas que necesiten «reinventarse» para sobrevivir en el mercado. En esta área habrá un lugar para aquellos empresarios que están poniendo en práctica su idea.

El último gran módulo del edificio del vivero de Ventanielles se dedicará al alojamiento empresarial. La zona se dividirá en nidos que han sido pensados como una estructura de acogida temporal en los que se ubicarán empresas que estén dando sus primeros pasos en el mercado. La idea es que los responsables de la iniciativa «Oviedo emprende» les faciliten determinados servicios para mejorar sus expectativas y garantizar su supervivencia. El vivero se completará con una serie de servicios comunes, como pequeñas salas de reuniones u otras de mayor tamaño para llevar a cabo videoconferencias.

La construcción del edificio se completará con la dotación de zonas verdes, áreas deportivas y de recreo en su exterior, que podrán ser utilizadas por los emprendedores para descansar. También podrán hacer uso de ellas los vecinos del entorno. Ésta es otra de las similitudes con algunas de las compañías instaladas en Silicon Valley y cuyo éxito el municipio trata de reproducir a pequeña escala en el populoso barrio de Ventanielles.