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XXII concurso y muestra de folclore "ciudad de oviedo"

Tradición musical frente a tradición lotera

El certamen despidió el año en el teatro Filarmónica con una jornada muy lucida protagonizada por la niña Laura Uría y la primera actuación de los coros

El gaitero Vicente Prado acompaña a la gaita a Hermenegildo González, "el Gallín de La Troncada". Miki López

El concurso y muestra de folclore "Ciudad de Oviedo", que organizan el Ayuntamiento y LA NUEVA ESPAÑA, hizo ayer el más difícil: competir con la Lotería, con la tradición más profunda del país. Pero, claro, la música tradicional asturiana tiene también pedigrí tradicional. Por lo que cantantes de tonada, gaiteros y coros se reunieron en el teatro Filarmónica en la despedida del año (regresa el 12 de enero). Y hubo varios asuntos a destacar. Para empezar una niña, Laura Uría, que con tan sólo 8 años es una muestra absoluta de que la tonada tiene el futuro asegurado, ahora que acaba de arrancar su carrera para conseguir el "título" de Bien de Interés Cultural. Laura Uría cantó ante la atenta mirada del público y resolvió con serenidad y aplomo. Se llevó el gran aplauso de la mañana. Luego dijo a LA NUEVA ESPAÑA que iba al cole en Gijón, a tercero de Primaria; también que era medio de Cangas del Narcea, medio de Gijón y que ya le había pedido los regalos a los reyes: "una guitarra, una tabla de surf y una PSP". La acompañaba su tío Adolfo Uría, que ya participó en el concurso estos años y es quien le dio las primeras lecciones de tonada, aunque luego prosiguió con Ismael Tomás Montes (campeón del certamen) y ahora con otra gran campeona, Anabel Santiago Sánchez.

El cuadro de la tonada se completó ayer con un nivel de actuaciones muy aceptable, con algunos finalistas que no ganaron en otras ocasiones por muy poco y que ayer dejaron su impronta y sus aspiraciones a ser los primeros puestos. Y también cantantes que ya han desfilado por el certamen casi desde su fundación. Así que como es habitual se volvieron a oír clásicos como "Viva la xente minera", "Soy asturianín", "Hay una línea trazada" o por "Debaxo del ponte", entre otras piezas habituales del repertorio de la canción. Entre tonada y tonada se introdujo un gaitero, que, como ya es costumbre en este certamen, siempre dejan un sello especial. Y más si se trata de Álvaro Álvarez, que fue quien representó ayer al instrumento por excelencia y que es un músico de prestigio y largo recorrido en el mundo gaitero.

La otra novedad frente a este día de la Lotería fue el arranque de los coros, modalidad que siempre aplaza su entrada en escena para resolver los problemas de intendencia y dar pasa a los cien cantantes inscritos en esta nueva edición del "Ciudad de Oviedo", una de las razones por las que la canción asturiana viene ocupando tres cuartos del programa de cada matinal durante este primera ronda.

La coral de Grado fue quien puso en marcha la modalidad de coros de voces mixtas, una formación que ya participó en el certamen y que ha fichado nuevo director, Jesús Gavito Feliz.

Gavito llegó al coro de una manera muy curiosa en la que tiene mucho que ver LA NUEVA ESPAÑA. Y es que a raíz de una entrevista publicada en este periódico le surgió el "empleo": "Me preguntaron por algo que haría gratis y comenté que dirigiría un coro. Me localizaron y aquí estoy". Huelga decir que el director no cobra por su labor. Jesús Gavito tiene la oposición al conservatorio de Úbeda, pero ahora está en periodo de excendencia.

La coral de Grado está compuesta por más de treinta personas y ofreció una sólida actuación con un magnífico guiño navideño en una de las piezas.

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