Afectados por el concurso del transporte de la discapacidad y por el de pisos tutelados, se congregaron ayer al mediodía, con frío intenso, frente a las puertas de la Junta General del Principado, en Oviedo, para protestar.

La sensación general es que la suerte está echada, el Gobierno regional ya ha resuelto en la mayoría de los pisos afectados, hasta ahora gestionados por asociaciones sin ánimo de lucro, y tampoco escuchó las peticiones de anular el concurso del transporte antes de que se cierre el plazo de presentación de candidaturas, el próximo viernes. Una petición que llegaba desde buena parte del movimiento asociativo de la discapacidad, pero también de los escaños ocupados en el Parlamento por tres grupos políticos (Foro Asturias, Izquierda Unida y grupo mixto).

"Basta de chiringuitos"

"No a la mercantilización de los servicios sociales", era el lema de la pancarta alrededor de la cual se congregaron varias decenas de personas, en la calle Fruela. Había carteles con un "No al concurso de transportes" o con un "Basta de chiringuitos".

Hubo pitada a los diputados, aunque no a todos. La exconsejera de Bienestar Social, Noemí Martín (IU), se paró a saludar a los congregados. Martín lamentaba que los trámites y plazos reglamentarios hacen difícil cualquier iniciativa parlamentaria ante una política de hechos consumados.

Hay ONGs que se ven afectadas doblemente porque tuvieron hasta ahora pisos tutelados para personas discapacitadas y tienen servicio de transporte. Algunos de los manifestantes recordaban ayer que desde la Consejería de Bienestar se les había prometido que las asociaciones que quisieran seguir con el sistema actual de transporte para sus usuarios, podrían hacerlo. Es la tesis del diputado de UPyD, Ignacio Prendes, para quien la iniciativa del concurso "es un absoluto disparate político, revestido con criterio jurídico". En el sector hay quinielas maliciosas sobre las empresas que se llevarán el concurso.