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La danza entra en el laboratorio

La investigadora Leticia Ñeco reunirá el día 13 en el Campoamor a varios coreógrafos internacionales para explorar los mecanismos del baile contemporáneo

Por la izquierda, Dana Raz, Leticia Ñeco, Yoshua Cienfuegos y Lucía Piquero. luisma murias

Un pequeño gesto o el más discreto movimiento pueden revelar un mundo de emociones y pensamientos. Incluso, en ocasiones, pueden llegar a transmitir mensajes para los que las palabras no alcanzan. Los movimientos corporales constituyen un lenguaje en sí mismo y estudiarlos a través del análisis de los diferentes estilos de danza contemporánea es la propuesta de la pedagoga, bailarina y titulada en Danza Clásica Leticia Ñeco.

La investigadora trabaja estos días en el teatro Campoamor junto a un equipo de bailarines internacionales dirigidos por los coreógrafos Yoshua Cienfuegos, Lucía Piquero y Dana Raz, para tratar de desvelar los pormenores de una forma de movimiento muy actual. "El proyecto parte de una consideración de lo contemporáneo como lo que está 'en el momento de'. Los autores contemporáneos tienen que volcar sus metodologías, porque lo contemporáneo permanece", explicó Ñeco, que, hasta el trece de agosto permanecerá inmersa en este proyecto científico.

Las primeras semillas para la investigación comenzaron a dar sus frutos, sin embargo, el pasado año, como resultado de la tesis doctoral que Ñeco publicó en abril de 2014. "Es una tesis centrada en la compañía de Cienfuegos. Ahora, la idea es ampliar la información, acotando posibilidades y construcciones del movimiento y explorándolas". Para ello, Ñeco cuenta con la participación de la israelí Dana Raz, afincada en Oviedo desde hace unos meses, y de los asturianos Yoshua Cienfuegos y Lucía Piquero, ambos con una dilatada carrera en el mundo de la danza, que abarca varios periplos internacionales.

Piquero, incapaz de despegarse de su acento británico, adquirido durante los años de formación en Londres, trata de divulgar sus conocimientos ejerciendo como profesora del departamento de danza de la Universidad de Malta, donde reside actualmente. Por su parte, Cienfuegos es miembro fundador de la Academia de las Artes Escénicas de España y acumula prestigiosos premios internacionales, como el Premio Nacional de Danza de Costa Rica 2010, o el Primer Premio del Certamen Coreográfico de Madrid, obtenido en 1999, año en que fundó su propia compañía, Cienfuegos Danza, en la que está centrada la tesis que Leticia Ñeco defendió en abril de 2014, "Programa de Optimización del Movimiento (PrO_M): Cienfuegos Danza". No obstante, para Cienfuegos "es importante destacar que, esta vez, no se trata de una única compañía trabajando en una producción concreta, sino que es un proyecto de investigación, igual de atractivo o más, donde lo relevante es cómo bailarines muy dispares y de todas partes del mundo trabajan juntos y llegan a códigos compartidos".

Durante estos trece días, trabajarán para "averiguar si los códigos encontrados en la compañía de Cienfuegos son extrapolables al trabajo de dos coreógrafas que vienen de mundos muy diferentes", explicó Elsa Novo, productora del proyecto y responsable de reunirlos en la capital asturiana. En este sentido, tanto Cienfuegos como Piquero subrayaron la idoneidad del proyecto, "una investigación pionera que puede dar visibilidad a la danza contemporánea en la región". La primera ocasión de dar movimiento a la danza llegará el próximo 13 de agosto, cuando ofrezcan una muestra de la experiencia y un coloquio con los que "dar una oportunidad a la gente para ser parte del proceso", señaló la también premiada Dana Raz. "Casi todos los bailarines tienen que irse fuera y creo que esto es un ejemplo de lo que podría hacerse habitualmente en Asturias".

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