Paula Bousoño Serrano es odontóloga y experta en el tratamiento de niños y pacientes con necesidades especiales. Se licenció en la Universidad de Oviedo, colaboró como profesora con la Facultad de Psicología y actualmente es profesora en Odontopediatría en Barcelona, actividad que compagina con su trabajo en el Centro Estomatológico González Tuñón de Oviedo. Alerta sobre los riesgos de la comida basura y los azúcares y da algunas pautas para tener una buena higiene bucodental.

-¿A qué edad debe empezar a cepillarse los dientes los niños?

-Personalmente recomiendo limpiar y masajear la boca del bebé desde el nacimiento para que se deje manipular y se acostumbre a tener la sensación de boca limpia. Se puede realizar con una gasa húmeda, preferentemente por la noche después de la succión mamaria o durante el baño. Desde la salida del primer diente -a los 6 meses aproximadamente- se introducirá un cepillo con cerdas de silicona y con la salida de las muelas - a los 15 meses aproximadamente- se introduce un cepillo con cerdas suaves, cabezal pequeño y mango adaptado a su edad.

-¿Qué medidas higiénicas deben adoptar antes?

-Es recomendable que antes del embarazo las futuras mamás realicen una consulta con su odontólogo. Se le explicarán los cambios fisiológicos que experimentarán durante este periodo en la boca así como los cuidados que deberá tener. Dependiendo del riesgo de caries que tenga se comenzarán a introducir las medidas preventivas para evitar contagiar al bebé y se la instruirá en el cuidado bucal del bebé.

-¿Qué cepillos y otros elementos de higiene deben usar?

-El cepillo dental le ayudará a limpiar las superficies externas de los dientes. Se escogerá el cepillo, que irá cambiando el tamaño del cabezal y del mango, en función de la edad del niño. El hilo dental para limpiar las superficies entre diente y diente.

- ¿Qué efectos tiene la comida basura en la dentadura?

-La comida basura, con muchas grasas y azúcares, es un factor de riesgo para que se desarrollen problemas en la boca, obesidad, diabetes tipo II, enfermedades del corazón... Los patrones de alimentación y su elección tienen una influencia directa en la incidencia y progresión de la caries. Presentan un mayor riesgo cuando el alimento es pegajoso o se disuelve con lentitud, cuando aumentamos la frecuencia del consumo de comidas y bebidas azucaradas y ácidas, la combinación de los alimentos y el orden de la toma. Entre los alimentos que pueden dañar la salud bucodental están los caramelos duros o pegajosos, dulces que no ofrecen valor nutritivo y cuyo tipo de azúcar se adhiere a los dientes -galletas, pasteles, bollería industrial-, salados industriales -patatitas, gusanitos...-, comida nutritiva pero ácida que hay que tomar con mas alimentos, como los tomates y los cítricos, o las bebidas con azúcar y ácidos -refrescos, limonada, zumos...-.

-¿Y los dulces?

-El azúcar de la dieta es un factor importante en el riesgo de caries, pero existen otros como las bacterias -la placa bacteriana-, el pH ácido y las alteraciones de la saliva. Las bacterias de la boca se alimentan del azúcar y generan ácidos que desmineralizan los dientes iniciando el proceso de la caries. Es importante saber que la caries es un proceso infeccioso y transmisible y más importante aún que detectado a tiempo se puede revertir. La Organización Mundial de la Salud en sus nuevas recomendaciones para disminuir el riesgo de caries propone reducir el consumo de azúcar a menos del 10 por ciento del aporte calórico diario. El límite en un adulto medio sería de 50 gramos de azúcar al día, dos barras proteicas, un tazón de cereales o dos latas de refresco.

-¿Los niños asturianos, en general, tienen bocas sanas?

-Los datos epidemiológicos que detectan las caries ya cavitadas o con agujero -no las lesiones iniciales de caries o sin cavitar- nos indican que esta enfermedad ha disminuido, aún así la caries sigue afectando a un 60 por ciento de la población infantil en edad escolar.