Las obras de ampliación del colegio Juan Rodríguez Muñiz, en Las Campas, llevan más de un mes paralizadas. A principios de curso, la Consejería de Educación aclaró que la paralización se debía a "una modificación a mayores" del proyecto, lo que se tradujo como unas supuestas mejoras (no fueron concretadas) que había que realizar y que conllevarían un retraso de un mes sobre la fecha inicial. Sin embargo, el mismo departamento de la administración regional acaba de remitir una carta a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) explicando que la Consejería "renuncia" a realizar esas mejoras. El desconcierto entre los padres del centro por esta situación es mayúsculo. Este periódico intentó, sin éxito, recabar la postura de la Consejería de Educación sobre la paralización de las obras y el futuro del colegio.
Las primeras alarmas saltaron el pasado mes de septiembre, al inicio del curso. Entonces trascendió que las obras estaban paradas "de forma temporal" debido a que era necesario realizar "una modificación a mayores" del proyecto. Además, estos cambios obligarían a retrasar un mes la finalización de la obra, prevista inicialmente para septiembre. Según indicó entonces la Consejería de Educación, el cambio del proyecto obedece a "simples mejoras" -sin especificar cuáles- y que el trabajo se reanudaría "en cuanto se acabe de tramitar la modificación".
El centro tiene 450 estudiantes este curso y ha aumentado un diez por ciento su matrícula en relación al año pasado. Esta misma semana, un estudio encargado por Izquierda Unida alertaba de que la ampliación actual sería insuficiente y que habría que abordar nuevas obras en un plazo de dos años.
Mientras duran los trabajos, parte del alumnado del colegio Juan Rodríguez Muñiz recibe clase en casetas prefabricadas e instaladas en el patio porque no hay espacio suficiente en el edificio principal. La ampliación del Juan Rodríguez Muñiz consiste en construir una planta extra que permitirá habilitar tres aulas, y en la instalación de un ascensor, que ha obligado a perforar verticalmente el inmueble. Los trabajos han estado envueltos en la polémica desde un principio porque para algunos padres las obras ponían en peligro la seguridad de sus hijos. De hecho, algunos formaron la Plataforma por el Aplazamiento de las Obras, y una veintena de niños cambiaron de colegio a mitad de curso.
