El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, consiguió ayer emocionar a varios asistentes al encuentro organizado por Acción Social Empresarial, en el Aula Cultural del Club de Tenis de Oviedo. Una conferencia en la que Sanz Montes explicó los principales puntos de la encíclica ecológica del Papa Francisco, "Laudato Si" (Alabado sea), la última aportación pontificia a la Doctrina Social de la Iglesia, firmada el 24 de mayo.

"No es un posicionamiento sin más ante el cambio climático, ni es un texto ecologista más. El Santo Padre evoca a la creación de Dios para iluminar a los hombres sobre el cuidado de la casa común y de la convivencia", destacó Sanz Montes. Por eso, a pesar de modas y de movimientos sociales nuevos, el Arzobispo aseguró que "no se puede ser defensor de la naturaleza y justificar el aborto. No se puede defender a los seres que viven en la naturaleza y permitir que los niños mueran antes de nacer".

Bajo la atenta mirada de decenas de empresarios, del presidente del Club de Tenis, Antonio Retana, y del presidente de Acción Social Empresarial, Rufino Orejas, Sanz Montes resaltó la importancia de la educación para modificar los valores que imperan en la sociedad actual "consumista e insolidaria". "Dios creó todo gratuitamente, sin pedir nada a cambio, y su obra nos invita a entrar en esa gratuidad. Pero el consumismo cambió esos valores y está en manos de la educación, en sus diferentes niveles, recuperarlos". El Arzobispo explicó que Dios unió a los seres humanos con el mundo que les rodea y, por eso, deben respetar por igual a todos los seres que están en él. Y rememoró las palabras del Papa. "La desertificación del suelo es como una enfermedad personal y la desaparición de una especie como una mutilación de uno de mis miembros".

Apagar las luces innecesarias, cocinar solo lo que vamos a comer, reciclar, gestionar el agua o usar el transporte público son algunas medidas que aconseja el Pontífice en esta encíclica. "Pero, aunque no se puede pensar que estas pequeñas acciones cotidianas no pueden cambiar el mundo, a problemas sociales se responde siempre con redes comunitarias". Y para ello considera que hay que acabar con grandes problemáticas como el materialismo y el consumismo voraz, un mensaje que considera muy oportuno en Navidad. "Educar en sobriedad, gozar con poco, el retorno a la simplicidad, valorar las cosas pequeñas, no apegarnos a lo que tenemos ni tener ansiedad por lo que no tenemos. La creación está llena de mensajes de amor, pero el ruido, el culto a la opulencia no nos deja escucharlos". Una forma de entender el texto del Papa que reclama esa "ecología integral" en la que lo ambiental, lo económico, lo social, lo cultural y lo espiritual tienen el mismo valor. "Nuestra hermana clama contra el daño que le estamos provocando por el abuso de los bienes que Dios dejó en nuestras manos. Escuchémosla".