La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer una ayuda de 551.000 euros que irá destinada a ayudar a familias que tengan menores en riesgo de pobreza. La partida, impulsada desde la concejalía de Atención para las Personas que dirige María Luisa Ponga (PSOE), contempla un ingreso de 700 euros para cada beneficiario. La idea es que esta cantidad sirva para poder cubrir necesidades básicas de los menores cuando la causa determinante del riesgo para su desarrollo integral proceda de situaciones de carencia o insuficiencia de recursos económicos en su medio familiar.

El Ayuntamiento priorizará a las unidades familiares que tengan una renta familiar no superior al 60 por ciento del límite fijado. En este colectivo se dará preferencia a las familias con más menores, en las que haya mujeres víctimas de violencia de género, menores a cargo con expediente de protección, familias monoparentales y las que estén cobrando el Salario Social Básico.