La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La ópera también es cosa de niños

Los más pequeños abarrotan el Filarmónica para asistir a la representación lírica "El barco fantasma", que se repetirá hoy

Por la izquierda, Aude Decoyere, Leo y Nicolás Martínez y Alejandro Martínez, ayer, en el patio de butacas del teatro Filarmónica. LUISMA MURIAS

El musical infantil "El barco fantasma", una coproducción de Ópera Oviedo, "Higiénico Papel Teatro" y el Centro Niemeyer que pretende acercar la ópera el público infantil, dejó sin entradas para ayer y hoy al teatro Filarmónica, por donde pasarán en los dos días unas 1.500 personas. El éxito ha sido rotundo.

"Esto es algo maravilloso, no sólo por los críos, sino también por sus padres, porque pueden ver un espectáculo donde hay una orquesta, cantantes, teatro y que es una ópera", resumió ayer antes de la función Jaime Martínez, presidente de Ópera de Oviedo. "El objetivo es que los niños no vean la ópera como algo raro que no se puede disfrutar, sino todo lo contrario. Es divertida, agradable y se aprenden muchas cosas disfrutando", concluyó.

Un objetivo que compartía una familia que se encontraba en una de las primeras filas con dos pequeños. "Ya los llevamos a más óperas, no con el objetivo de que se aficionen, sino sólo para que disfruten del espectáculo, y de momento parece que lo están haciendo, igual que nosotros", comentó poco antes de que se abriera el telón Álvaro Martínez, que estaba acompañado de su cuñada Aude Decoyere y de Leo y Nicolás.

Un galeón que salió de puerto nada menos que hace cuatrocientos años cuenta con una tripulación formada por unos personajes que en lugar de hablar se expresan cantando, convirtiéndose en reinas de la noche, héroes intrépidos, poetas y también bandidos. Todos ellos son los protagonistas de esta historia tan maravillosa como fantástica. Y todo ello sobre los pocos metros de un escenario, en este caso el del teatro Filarmónica.

En la taquilla, Antonio Fernández no daba crédito. "Me dicen que no queda ni una entrada. Tenía que haberlas sacado antes", se lamentaba el joven padre que quería asistir a esta función. "Sería la primera vez que vendríamos en familia a la ópera", concluyó.

Compartir el artículo

stats