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Las notas luminosas de Liv

Una pianista invidente de 11 años deslumbra a las 700 personas que acudieron al Campoamor a la gala final de "La cultura convive"

Uno de los coros infantiles que participaron en "La cultura convive". L. MURIAS

La pianista invidente Liv Parlee Cantin tiene 11 años y triunfó ayer en el teatro Campoamor en la que fue su actuación más importante: la gala solidaria que puso fin al programa de actuaciones en la calle "La cultura convive". Los aplausos que recibió fueron atronadores, igual que cuando recogió en el mismo escenario el premio "Príncipe de Asturias" a la Concordia, en representación de la ONCE.

"Estoy muy contenta porque nunca actué ante tanto público, y por eso ahora me siento un poco distinta, y además para una gala benéfica", comentaba tranquila a este periódico minutos antes de que se subiera el telón. Unas setecientas personas estaban ansiosas esperando este momento.

En su actuación, que fue la primera de la gala, interpretó el preludio número 1 de "El clave bientemperado", de Bach, y "Moody Prawn Blues", de Gellnick. "Las dos piezas me gustan mucho. La primera porque el público podrá ver la soltura del piano, y la última no deja de ser una propina de despedida", comentó la pequeña Liv sin perder nunca la sonrisa.

Pero antes de la actuación de ayer hubo muchas horas de intenso ensayo, "sobre todo en los dos últimos días". Empezó a tocar el piano con sólo 5 años, y su profesora le ponía unas pegatinas en el teclado para que diferenciara, sobre todo, los agudos. "Ahora ya estoy acostumbrada y no me hacen falta", explicó satisfecha.

De mayor, aseguró con rotundidad, "seré pianista", aunque también estudia canto. "La pena es que los estudios me lleven tanto tiempo, porque lo que a mí me gusta de verdad es la música".

Volviendo a la gala, sobra decir que fue todo un éxito. Terminó como empezó el sábado, con el "Va, pensiero" de Verdi.

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