Familiares, amigos, profesores de la Universidad de Oviedo y discípulos despidieron ayer al matemático Antonio González Carlomán, catedrático emérito de la institución académica asturiana, fallecido el pasado martes en Oviedo a los 88 años de edad.
El funeral de cuerpo presente se celebró en el templo parroquial del Corazón de María. El oficiante recordó las virtudes humanas de Carlomán que estaban a la altura de su nivel científico, verdaderamente extraordinario.
El eminente catedrático había nacido en Sotrondio. Cursó por libre en la Universidad de Zaragoza la licenciatura de Física. Trabajó como peón y después como maestro interino y siguió su carrera siempre prácticamente sin profesores, un autodidacta sistemático condición que le llevó a planteamientos muy originales en matemáticas en general, en la teoría de números y en la enseñanza del sentido de los cifras y de las operaciones.
Todos comentaban a la salida del funeral que el recuerdo del profesor será imborrable.