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Los expertos instan a resolver "las lagunas" del arte asturiano con técnicas de datación

Arqueólogos e historiadores defienden la inspiración visigoda de Santa María del Naranco y monumentos como Santullano

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Turistas en Santa María del Naranco

Los arqueólogos e historiadores especializados en el arte asturiano -término que la mayoría de ellos prefiere a la denominación de prerrománico- defienden la teoría que lo vincula con el mundo visigodo. No sólo Santa María del Naranco estaría influenciada por el arte de los godos que se asentaron en Hispania en el siglo VI, como aseguran los directores del yacimiento de Toledo que encontraron lo que podría ser el prototipo visigodo del palacio prerrománico del Naranco. También estarían bajo ese influjo otros monumentos: San Miguel de Lillo, Santullano o la Foncalada. Lejos de poner en duda la datación de estas joyas del patrimonio regional (del siglo IX), los expertos instan a resolver "las lagunas" del arte asturiano con las últimas técnicas de investigación radiocarbónica y análisis documental, y reclaman la creación de un centro de estudios específico e incluso de una cátedra universitaria que despeje incógnitas.

El arqueólogo Rogelio Estrada lo explica con un ejemplo claro. "Sin el carbono 14 se afirmaría que la fuente de la Rúa es prerrománica en vez de romana del siglo IV". Fue el director de las excavaciones en torno al Museo de Bellas Artes en 2008 y su empeño en datar por radiocarbono la fuente allí encontrada puso en entredicho el origen de Oviedo al situar el foco en la época romana en lugar de en el reinado de Alfonso II el Casto. A su juicio, es importante saber por qué apenas hay vestigios visigodos en Asturias (no sólo influencias en construcciones posteriores). Salvo algunos cementerios y piezas sueltas, es necesario desplazarse a Toledo, Palencia, Zamora, Burgos, Cáceres u Orense para ver arquitectura de esa época. Aunque Estrada cree que el prerrománico asturiano tomó como modelo el trabajo de los visigodos, concluye que "no podemos seguir basando el estudio del arte en comparaciones porque esa vía estaba bien para el siglo XIX, pero en el XXI hay que ir más allá".

Si la teoría de la influencia visigoda en el arte asturiano tiene un padre, ese es Isidro Bango Torviso. Catedrático de Historia de Arte Antiguo y Medieval y profesor jubilado de la Universidad Autónoma de Madrid, lleva más de tres décadas estudiando a fondo el Reino de Asturias. Bango Torviso rechazó hace treinta y cinco años la hipótesis que defiende el influjo carolingio (promovido por Carlomagno y extendida en Europa occidental) en el prerrománico. Enamorado de este patrimonio, lamenta que "Asturias no trate bien el arte asturiano, que es su mejor bandera cultural y su esencia".

Mitad asturiano y mitad gallego, dice con absoluta convicción que "el arte asturiano se merece la creación de un centro de estudios del siglo VIII y IX que se convierta en un referente mundial, y que la Universidad de Oviedo haga una cátedra". Asevera que la cronología de los monumentos prerrománicos es indiscutible gracias a las crónicas de la época y alaba el trabajo de los investigadores del yacimiento visigodo de "Los Hitos", en Arisgotas (Toledo) -Jorge Morón de Pablos e Isabel Sánchez Ramos- al hallar paralelismos entre la planta del edificio allí encontrado y Santa María del Naranco. Únicamente le pone un pero a la recreación del posible prototipo del palacio asturiano propuesta en el libro "Los Hitos. De palacio a panteón visigodo". Para Bango Torviso, "cuando los arqueólogos se ponen a recrear, la imaginación vuela". Reconoce que hay "un parecido evidente entre ambos edificios", pero considera fundamental conocer la funcionalidad del inmueble toledano -a priori, un conjunto funerario- pese a que su planta responde a una residencia palaciega o civil, como Santa María del Naranco.

Carmen Fernández Ochoa, catedrática de Arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid y que puso al descubierto el Gijón romano al dirigir las excavaciones en la ciudad vecina, también defiende la inspiración visigoda del arte asturiano porque "claramente tiene raíces hispanas". Lo que no tiene sentido, a su juicio, es buscar fuera esas raíces. "Si no, que comparen Veranes con Santullano". Además, juzga aventurado decir que el hallazgo en el yacimiento de Toledo haya sido la inspiración directa para Santa María del Naranco. "Creo que lo más acertado por el momento es decir que hay concomitancias entre un edificio y otro. Nada más". Fernández Ochoa también reclama la necesidad de mejorar la datación del arte en Asturias. Eso sí, advierte que "para fechar hay que conjugar los textos y los escritos con la información arqueológica".

Según Isabel Ruiz de la Peña, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, la continuidad en el arte asturiano es incuestionable al pasar del mundo tardorromano, al visigodo y al prerrománico. "En el arte no hay un corte del mismo modo que no lo hay en el mundo artístico, donde cada estilo bebe de las influencias anteriores". Al igual que sus colegas, aboga por investigar a fondo los vestigios visigodos en Asturias, que son muy escasos, para conocer mejor los propios monumentos prerrománicos y estudiar el arte de esa época de otros lugares de España. Así, sostiene que "el trabajo de la piedra de la Foncalada remite al arte visigodo, al igual que lo hace el ladrillo de San Julián de los Prados, una iglesia en la que sus pinturas reflejan el arte mediterráneo. Usan el mismo vocabulario". Sobre la influencia carolingia en los monumentos prerrománicos, la profesora es cauta: "Es verdad que hubo contactos diplomáticos entre Alfonso II y Carlomagno, pero la teoría de su influencia artística está superada por la de los visigodos".

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