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Camín Real

Les Ablanoses y la familia Espolita

La historia de un soldado del Ejército napoleónico que llegó herido a un pequeño núcleo despoblado de Valduno, donde se quedó para echar raíces

Una vista parcial de Les Ablanoses. J. I. PRIETO

Hay un pequeño lugar en Les Regueres perteneciente a la parroquia de Valduno, conocido por el nombre de Les Ablanoses, que estuvo sin habitar hasta los primeros años del siglo XIX.

Aquí llegó malherido un soldado del Ejército francés de Napoleón que se refugió en una cueva de Les Ablanoses, entonces despoblado. Este soldado de apellido Spolitta se quedó para siempre en este lugar con el mote de "El francesón", debido a su estatura y un compañero suyo, de apellido Lucino, se avecindó en Villarmú, barrio de Bolgues, y fue conocido con el apodo de "El francés".

El soldado Spolitta había nacido en la provincia de Sarzana, en Nápoles, en la región de La Liguria, al norte de Italia, el 22 de junio de 1782. Se bautizó en la iglesia de San Cristóbal de Ponzolli. Se llamaba Dominici Spolitta, al igual que su padre, y su madre Caterina Parentini Joani. Se incorporó al Ejército de Napoleón en 1805. (Destacar que todos estos datos sobre el soldado napolitano me fueron facilitados por el doctor Antonio Espolita Santos).

Spolitta se casó con una mujer de la parroquia de Valduno hacia el año 1819, construyeron una casa, hoy desaparecida, de la que sólo se conservan piedras de los cimientos y tuvo dos hijos, Pepe el Francés y Mingo el Francés, que se dedicaron a la fabricación de peines de telar, y sus nietas fueron tejedoras. Al lado de la hoy llamada Casa de Paco Espolita, porque el apellido se castellanizó, tuvo una de ellas un telar.

Todas las casas que se fueron construyendo eran de la familia Espolita, que fue en realidad la fundadora del pueblo de Les Ablanoses. Quedan descendientes en Grado, Oviedo, Avilés, Pravia, Gijón y Colorado (Texas). Todos los Espolita que hay actualmente en Asturias descienden de él. A destacar los hermanos Pérez Espolita, Juan y Gonzalo, afamados pintores en la primera mitad del siglo XX, que tienen una calle en Avilés, y también, muchos deportistas: montañeros, atletas. Ismael Espolita García fue fundador de la Asociación Atlética Avilesina en 1930, y un famoso futbolista, Dani Espolita, fue jugador en el Racing de Santander.

Cuentan que en un prao grande que existe en Les Ablanoses había un sumidero. Un día pasó muy cerca una mujer con el carro y les vaques y se los tragó a todos. Días después se encontraron cerca de allí los pendientes de la mujer. Quien me lo contó aseguraba ser verdad.

En Les Ablanoses hay una fuente, de factura moderna, con una placa en memoria de Javier de Sebastián, el que fuera director del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

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