Empezaré con líneas de prólogo para introducir la cuestión. Dejé el bachillerato en tercero y me pasé a Comercio, computando las asignaturas aprobadas en el Instituto Alfonso II, entre ellas las Ciencias.
La escuela de Comercio, entonces situada en la parte posterior del Instituto, entrando por la calle Pérez de la Sala, la asignatura de Ciencias la impartía un famoso catedrático que tiempo después se trasladó, según creo recordar, a Zaragoza.
Yo no le conocía ni de vista, pero todos mis compañeros hablaban muy bien de él. Daba unas clases maravillosas. Así que un día que yo estaba libre decidí colarme en la clase de Ciencias y ver al catedrático en cuestión.
Ver si le vi, pero ese día no impartió lección alguna. Se dedicó a conocer los gustos literarios de sus alumnos. Comenzó desde el primer banco a preguntar, uno por uno, que acostumbraban a leer y cuales eran sus autores preferidos. Las respuestas eran amplias y yo creo que alguno respondió como le pareció, más bien inventando de oídas los nombres de libros y autores. Y así hasta que llegó a mi banco.
Cuando me puse en pie lo primero que dijo fue "a usted nunca lo he visto en clase. No obstante dígame sus preferencias en lectura". No recuerdo lo que le respondí, algo farfulle. A continuación le dije que mi autora preferida era Richmal Crompton y el catedrático dijo que no lo conocía.
Entonces le expliqué que era una escritora inglesa y que había escrito las aventuras de Guillermo el Travieso con variedad de títulos, editados en España por la editorial Molino.
Entonces el catedrático dio por finalizada mi respuesta y con la mano me hizo una seña para que me sentase.
Me llevé una gran decepción con aquella respuesta, a la par que vergüenza por introducirme en el aula que no me correspondía. Hoy, muchos años después, me hice con la colección completa de los libros de Guillermo. Algunos los conservo por duplicado.
