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Perros al bus, con condiciones

Los usuarios aceptarían canes en el transporte público de la ciudad, "siempre que no molesten" y vayan limpios

Cecilia Orejas, con su perra "Kira". LNE

Ni atados, ni en transportín, ni con bozal. La normativa de la empresa Transportes Unidos de Asturias (TUA) señala la prohibición de los viajeros de llevar consigo toda clase de animales vivos, salvo los perros lazarillo, en los autobuses urbanos. Tras la iniciativa de Ciudadanos en Gijón para que los vecinos puedan subir los perros al autobús, en las marquesinas de la ciudad también se comenta la posibilidad de que Oviedo asuma ese proyecto. Para Vitalia Fernández es indispensable que los animales se comporten. "Si el perro no se arrima a lamerme las piernas, por mí perfecto", comenta mientras esperaba el autobús en Uría. "Y con bozal, porque todos dicen que no muerde?hasta que un día sacan el instinto", afirma.

No obstante, la mayor parte de los usuarios de transporte público consultados ven esta prohibición como un problema. "Tengo perro y muchos días me gustaría ir con él desde el Parque de Invierno hasta Las Caldas y volver a casa en autobús", lamenta la joven María de Paz. Josefina Fernández, familiar de María, añade que "los perros, tomando ciertas medidas, no hacen daño a nadie". La mayoría afirma que si el can está educado y no molesta, no existe ningún problema para que use el transporte público. Arancha Fernández piensa que una buena idea sería poner ciertos turnos. Es decir, "que los perros puedan subir a las horas en punto y a y media, porque así cualquiera podría decidir si quiere ir con ellos o no". Para Juan Carlos Álvarez, que pasea con "Rocky", sería algo muy positivo, ya que "muchas veces hay que dejarlo en casa para ir a sitios alejados". Laura Trujillo, que está jugando con su mascota en la zona de perros del Campo San Francisco, se muestra favorable, "siempre y cuando no molesten". Para ella, todos, sin distinción de raza, tamaño o peso, deberían ir con bozal. "Hay mil situaciones que se pueden evitar", subraya.

Otros usuarios no se manifiestan de manera tan positiva con la idea e, incluso, hay quien le pone serias pegas. "A mí me parece bastante mal . El autobús es para las personas, no para los animales. Si quieren que hagan un autobús especial para ellos", afirma contundente Margarita Rodríguez. Consuelo González comenta, mientras espera su autobús, que "hoy en día los perros proliferan". Eso sí, admite que "si habilitaran una zona en el autobús podría pensármelo". Angélica Fernández y Fernanda Martín son contundentes. "El autobús es un recinto muy cerrado, ahí no puede haber animales porque olería fatal", señalan.

Pero no solo los ovetenses juzgan. Turistas como Ana Font y su pareja Fernando Garrido ven una discriminación. "En Barcelona podemos ir en metro con el perro atado y con bozal", afirman.

En Berlín, Bruselas o Ámsterdam los perros pueden ir en transporte público. "Si queremos converger con Europa, debería ser para todo. Gijón nos lleva mucha ventaja en el tema canino", asegura Cecilia Orejas, dueña de la perra "Kira".

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