Se apaga la luz, se enciende la bombilla roja y al cabo de diez minutos el arte del revelado empieza a descubrir imágenes en el papel fotosensible. "¡Eso yo lo vi en 'Los Simplón'!", grita un alumno. La escena se repite una y otra vez, confiesa Santiago Martínez, profesor de la Escuela de Arte de Oviedo y uno de los encargados de acompañar a los alumnos de los distintos institutos del municipio en las visitas guiadas al centro, ubicado en el campus del Cristo. Son una generación totalmente digital y la magia de la fotografía analógica les parece eso, magia. Pero no es el único descubrimiento que hacen en estos recorridos por la Escuela de Arte. Las visitas guiadas, orientadas principalmente a alumnos de tercer y cuarto curso de la ESO les aproximan a una oferta formativa distinta de la habitual, desconocida por muchos y con dos vertientes diferenciadas, la del bachillerato artístico y la de los ciclos formativos, que les ofrece una cualificación profesional de técnicos superiores.
Esta misma semana la Escuela de Arte acogió una de estas visitas. Santiago Martínez acompañó esta vez a los alumnos de 4º de la ESO del instituto Pérez de Ayala, del barrio de Ventanielles, en un recorrido al que se sumaron, además, la concejala de Educación, Mercedes González, y la primera teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Oviedo, Ana Taboada.
Según González visitas como estas "abren muchas expectativas sobre las posibilidades de formación que los alumnos no habían contemplado antes", y confirma que en el recorrido se ven "las caras de sorpresa" al llegar a alumnos de los talleres de la Escuela. Taboada insistió en la calidad de un centro que, contó, "es una referencia a nivel nacional en muchas disciplinas" y defendió la importancia de que los estudiantes ovetenses puedan conocer "que tienen una Escuela puntera e importante".
Santiago Martínez siempre organiza las visitas con el mismo guión, muy didáctico. En la primera parte les explica el origen centenario de la Escuela, su anterior ubicación en el Rosal y la diferencia entre los estudios de Bellas Artes y los antiguos de "artes y oficios". También trata de trasmitirles la idea del arte no ya como concepto de lo estéticamente bello sino de su aplicación en lo cotidiano: el interiorismo o el diseño tipográfico, por ejemplo. Las visitas a los talleres de volumen, donde ven desde esculturas de barro al trabajo con materiales innovadores como las resinas, el plató o el grabado y las litografías sorprenden al alumnado. Aquí, además de bachillerato artístico, pueden hacer siete títulos: fotografía, ilustración gráfica e impresa, amueblamiento, arquitectura efímera, edición de arte, grabado y técnicas de estampación y escultura aplicada al espectáculo.
