La empresa madrileña que denunció que el concurso inicial para contratar la polémica sustitución de 121 farolas isabelinas de la época de Gabino de Lorenzo estaba "dirigido" para favorecer a su principal competidora y suministradora habitual del Consistorio, forzando una ampliación de dos meses en el plazo de presentación de ofertas, se perfila ahora como suministradora de las nuevas estructuras de alumbrado público. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, la firma instaladora asturiana que ha presentado la propuesta más ventajosa en el concurso, y que podría hacerse con la adjudicación en breve (Electricidad y Electrónica Martín A.G.), incluyó en su oferta un modelo de farola elaborado por Linsa Jareño, la empresa que logró cambiar el proceso de licitación lanzado por la Concejalía de Infraestructuras.
La mesa de contratación ya ha abierto las propuestas de las ocho firmas que aspiran a lograr un contrato de 413.219,53 euros, IVA no incluido. La oferta más económica es la de Electricidad y Electrónica Martín A. G., con un montante de 268.469,95 euros.
LA NUEVA ESPAÑA desveló el pasado enero que el tripartito había sacado a concurso la sustitución de 121 farolas isabelinas "Bailén I" por motivos de seguridad. Linsa Jareño cuestionó desde el principio los criterios de adjudicación, al entender que no daban un plazo suficiente para presentar la farola de muestra que se pedía, a no ser que se tuviera conocimiento por adelantado de las características requeridas. Representes del sector en Asturias dieron por hecho que la gran beneficiada sería la firma catalana que es la principal proveedora del Ayuntamiento.
Ante la intensa polémica generada, Infraestructuras decidió en marzo una ampliación de dos meses en el plazo de presentación de ofertas. Esta prorroga permitió que Linsa Jareño pudiera diseñar una farola con los requisitos exigidos por el Consistorio y que ahora sea la favorita para el suministro de las piezas.
