El partido de Murcia le sirvió para recuperar viejas sensaciones, aunque le dejó con la miel en los labios. Jorge Ortiz calentó durante un tramo de la segunda mitad en La Condomina pero finalmente Hierro optó por mantenerle en el banquillo. La de Murcia era la primera citación del extremo, tras unos meses de lucha contra los problemas en el adductor. "Por fin las lesiones están olvidadas, es algo que ha quedado atrás. Ahora tengo muchas ganas de participar. Solo queda entrenar y recuperar el nivel. Ése es mi objetivo", señala el extremo tras un entrenamiento en el que volvió a demostrar que está en condiciones de aportar al grupo. "Las lesiones te hacen sentirte solo porque trabajas en el gimnasio, al margen del grupo. En el viaje volví a sentirme futbolista", reconoce el toledano que se ofrece como futbolista polivalente: "El año pasado, además de en la banda, jugué de media punta o segundo delantero. Ahí también puedo rendir".