En la primera mitad el Oviedo fue superior. Los oviedistas entraron mejor en el partido y a los dos minutos de juego ya estaban con ventaja en el marcador al aprovechar Toché un pase interior y adelantarse a Morillas para batir a Fernando. El tanto dio tranquilidad a los oviedistas que movieron bien el balón, buscando la profundidad por las dos bandas con las incorporaciones de Fernández y de Christian, ante un UCAM al que le costaba acercarse a la portería de Juan Carlos. Además, sus indecisiones en defensa propiciaron varias situaciones de peligro que no aprovecharon los oviedistas porque no estuvieron a acertados a la hora de elegir bien el último pase.

En esta primera mitad los azules apenas concedieron opciones ofensivas al UCAM más allá de algún que otro saque de esquina en los que la defensa local se mostró muy segura. Prueba de ello es que a excepción de un remate de cabeza de Jona, en el minuto 8, no hubo más disparos entre los tres palos de la portería azul. Por su parte los locales sin tener tampoco remates claros ante la portería de Fernando sí dieron más sensación de peligro en esta primera mitad, pero les faltó culminar varias acciones para generar claras ocasiones de gol.

En la segunda parte, la dinámica del partido no cambió. El Oviedo volvió a hacerse con el control del juego ante un rival que seguía teniendo muchos problemas para progresar con el balón, aunque suyo fue su primer acercamiento con un disparo desde fuera del área de Collantes que se marchó muy desviado.

Poco después, los azules tuvieron que recomponer la línea defensiva por la lesión de Christian Fernández, que dejó su puesto a David Fernández pasando Costas al lateral izquierdo

El ritmo del partido bajó. El Oviedo estaba cómodo con la ventaja que tenía en el marcador ante un UCAM que, aunque pasó a tener una mayor posesión, apenas se acercaba al área de los azules. En ataque, el Oviedo tampoco tenía opciones y le costaba recuperar la fluidez de la primera mitad. Hierro dio entrada a Borja Domínguez en lugar de Linares buscando asegurar la posesión en el tramo final del encuentro.

Así se entró en la recta final del encuentro, con los locales aguantando su mínima ventaja en el marcador ante un UCAM que intentaba buscar el empate con más ganas que ideas.

En ese tramo final el Oviedo pasó a tener posesiones más largas pero sin conseguir crear situaciones de peligro real ante la portería de Fernando hasta los últimos minutos, primero con una clara ocasión de Michu, que disparó flojo a las manos del portero, y luego con el gol de Borja Domínguez en el segundo minuto de la prolongación.