Toni Cuervo, uno de los que mejor han lucido el brazalete de capitán del Oviedo en toda su historia, recibió ayer el último adiós en la basílica de San Juan El Real. Fue un funeral en el que predominó el color azul. Así lo merecía el cuarto futbolista de la historia del Oviedo con más partidos a sus espaldas. Pasado y presente del club azul, además de otras personas vinculadas al deporte, se dieron la mano en el último homenaje a una persona que deja un hueco difícil de llenar.

Del Toni Cuervo futbolista se saben muchas estadísticas. Que es el cuarto jugador con más partidos en la historia del club carbayón es el dato más relevante. Toni disputó 393 encuentros entre las temporadas 1950-51 y la 66-67. Solo le superan en el ranking histórico Berto (512 encuentros), Vili (403) y Tensi (399).

Pero el Toni que recibió los elogios ayer fue el Toni más allá del campo, el que se desvivía por sus compañeros y vivía el fútbol, su oficio, con pasión. "Lo fue todo en el Oviedo: jugador, capitán, secretario técnico y entrenador. Tenía una gran personalidad. Lo que él decía, se hacía. Y siempre daba la cara por sus compañeros", indica Juan Mesa, comisario del museo del club azul y excompañero en el vestuario. "Para mí es el mejor representante posible del lema del Oviedo: ese 'Orgullo, Valor y Garra'. Todos los que le sucedimos queríamos imitarle, seguir su línea", señaló Vili, exjugador azul, en el acto de despedida.

El Oviedo estuvo presente a través de los consejeros Fernando Corral y Manuel Paredes, del encargado de relaciones institucionales César Martín y del gerente David Mata. "Se nos va uno de los grandes de la historia del Oviedo, uno de los grandes capitanes. Era uno de esos jugadores que siempre tendremos en el recuerdo. Un ejemplo de 'one-man-club', futbolistas que permanecían muchos años en el mismo equipo. Llevaba el escudo del Oviedo tatuado", explicó Corral.