La cara de Christian Fernández ayer tras el partido era, nunca mejor dicho, un poema. En su pómulo izquierdo lucía un hinchazón enorme de color morado, la prueba de que la pelota lanzada por Trejo en la jugada del penalti acabó impactando en su cara. El cántabro, goleador y uno de los destacados del partido, fue contundente al referirse a la acción que dio lugar al penalti, muy discutida por la afición azul y varios de los jugadores. "Creo que las imágenes están ahí. Si yo no me equivoco, me como un pelotazo en la cara, yo no finjo", señaló el defensa. "La mano podría haber estado más abajo pero me como un balonazo en la cara. Algo anecdótico nos ha privado de una victoria", comentó. "Sólo soy consciente cuando me atienden", dijo visiblemente enfadado con el árbitro, el gallego Pérez Pallas. "Es preferible contar hasta diez y que hablen otras personas", señaló.

El cántabro, que vio en Vallecas su décima tarjeta amarilla y no podrá estar ante el Almería, admitió que los dos puntos saben a poco: "Nos queda la sensación de haber perdido dos puntos. Es frustrante", dijo. Siempre contundente y directo. Christian también optó por valorar el empate desde otro punto de vista, el que ofrece una racha de casi dos meses sin perder, segunda salida consecutiva sumando: "Mantener esta racha es muy meritorio. Este equipo está vivo", dijo.

Por su parte, Carlos Hernández, el otro central goleador anoche, reconoció que "el paso atrás al final" les privó de la victoria, pero señaló que es un buen punto y afirmó que el empate tiene que "hacerse bueno" ante el Almería. "El entrenador tiene que estar contento con el equipo", finalizó.

Descanso hasta el lunes

Por otra parte, el Oviedo no volverá al trabajo hasta el lunes por la tarde. De hecho, algunos jugadores aprovecharon para quedarse en Madrid.