Los Ángeles
Dos días después de la celebración del funeral privado y del multitudinario homenaje en el centro de Los Ángeles, se mantiene la confusión sobre dónde será finalmente enterrado Michael Jackson.
A pesar de que el certificado de defunción expedido por la oficina del juez de instrucción del condado especificaba que el cementerio de Forest Lawn era el lugar donde los restos del artista descansarían «temporalmente» la rumorología apunta a que no es así. Otro portal, TMZ, que dio la noticia de la muerte, lo deja en puntos suspensivos.
Sin embargo, un portavoz del condado de Los Ángeles, Bryan Hill, dijo al portal E! Online que el cuerpo de Jackson fue devuelto a Forest Lawn justo después de la ceremonia organizada horas después en el Staples Center. En cambio, TMZ.com, asegura sin citar ninguna fuente: «Existen informaciones que sostienen que el cuerpo de Michael Jackson no está allí». Asimismo, TMZ.com publica que Jackson será enterrado con uno de sus populares guantes blancos. Finalmente nadie descarta que el destino final sea el rancho de Neverland, objetivo de la familia desde los primeros días.
Por otra parte, su dermatólogo, Arnie Klein, afirma en este mismo portal que sí recetó, en alguna ocasión, Demerol al cantante.
Como novedad sobre su vida, un libro biográfico sobre sus últimos años retrata al «Rey del Pop» como un homosexual al que le gustaba vestirse de mujer con sus amantes y que fue falsamente acusado de pederasta.
«Unmasked: The Final Years of Michael Jackson», del periodista Ian Halperin, verá la luz el 14 de julio con un polémico contenido sobre las intimidades del cantante, que el autor habría obtenido a condición de no revelarlo hasta la muerte del artista.
La obra tenía como objetivo inicial contar cómo se había producido la esperada reaparición de Jackson sobre los escenarios, tras unos años un tanto oscuros después del último juicio por abusos a menores. Esa biografía estaba ya en imprenta para llegar a las librerías coincidiendo con los conciertos en Londres previstos para este mes.
La editorial canadiense que adquirió los derechos de la obra decidió frenar la edición para cambiar el título, el final y añadir detalles que habían quedado fuera debido a un acuerdo firmado entre el biógrafo y el «Rey del Pop».
