Compositor cubano, actúa el 5 de septiembre en la sala Acapulco del Casino de Asturias

Gijón, María IGLESIAS

Pablo Milanés sólo impone una condición antes de las entrevista: no hablará de política. El compositor cubano, que hace poco se vio envuelto en una polémica por ser uno de los supuestos acompañantes del concierto que el colombiano Juanes pretende ofrecer en Cuba, llega el próximo 5 septiembre a Gijón donde presentará su último disco: «Regalo».

-«Regalo» marca un punto de inflexión respecto a sus anteriores trabajos. ¿En qué se aprecia ese cambio?

-En este disco tuve la oportunidad de trabajar yo solo. He hecho los arreglos, la edición y la mezcla. Me vi con la vitalidad y las fuerzas para hacer algo que no hacía desde años, volví hacia mis orígenes. «Regalo» es un retorno al jazz, al feeling de la década de los 60. Soy más yo, mi creación está más presente.

-¿Para quién es un regalo?

-Para mí. Porque lo hice yo, lo cuidé y lo mimé durante muchos meses. No estoy acostumbrado a elaborar tanto un trabajo, por eso he insistido en cada detalle. La canción más significativa de lo que simboliza este disco es «Regalo».

-En el disco tampoco se olvida de las canciones de toda la vida.

-Porque me gusta mantener la coherencia en el estilo. Ver que sigo en la misma línea temática y también musical.

-En este álbum habla del amor, pero también de cuestiones sociales. ¿Es más complicado cantar al amor o a la política?

-Yo creo que todo va saliendo, son temas recurrentes, cotidianos, que uno no debe estigmatizar. Hablo del amor y también de temas sociales, no políticos. Yo de la política me estoy alejando poco a poco porque ya no creo en nada.

-¿Qué queda de la Nueva Trova Cubana?

-La Nueva Trova Cubana llegó para quedarse. Sobrevive. Cuando se creó no me gustó, ni la compartí, pero tampoco la rechacé. Fui uno de los estandartes. La Trova Cubana es una continuidad de las canciones cubanas del siglo XIX y sigue funcionando.

-Gijón es una ciudad muy conocida para usted.

-He trabajado en muchos escenarios, pero el concierto más bonito es el que hice con Víctor y Ana. Me gusta el público de Gijón porque es musical, le gusta y respeta la música, los silencios y con una afectividad tremenda.

-En esta ocasión viene al Casino. Un hecho paradójico para un hombre de la revolución como usted...

-(Risas) A ver qué sucede en esta ocasión... Cuando actué en el Casino de Lisboa al día siguiente los titulares decían: «Pablo Milanés asalta el Casino», no se sabe lo que pasará en Gijón...

-Sé que no quiere hablar de política, pero ¿por qué dice que ya no cree en nada?

-Me voy acercando cada vez más a la revolución y me voy alejando de la política porque no tienen nada que ver la una con la otra.