Grandas de Salime,

Ana M. SERRANO /

P. RUBIERA

«Ésta es la llave de la casa donde nací». José Naveiras Escanlar, «Pepe el Ferreiro», creador y director durante veintiséis años del Museo de Grandas de Salime, entregó ayer, ante una notaria, las llaves de la institución. Lo hizo a la puerta, a su compañero y discípulo Antonio Monteserín y en presencia del guardia municipal que comprobaba que cada una de ellas correspondía a su cerradura. Pepe el Ferreiro solicitó permiso para sacar sus enseres personales, pero le fue denegado. Deberá dirigirse por escrito al consorcio que gestiona la institución y esperar la respuesta. «No me dejaron sacar nada. Les dije que en mi ánimo no estaba atentar contra el museo, pero en el despacho guardo correspondencia privada, escritos, libros y objetos que quiero recuperar». Cuando la puerta se cerró tras él, no pudo contener las lágrimas. «No logro entenderlo, esto sólo pueden hacerlo facinerosos, no es propio de bien nacidos», señaló.

Según constató la notaria contratada por Pepe el Ferreiro, el director «estaba reunido» y con otros asuntos que tratar.

Ayer, por primera vez desde que José Naveiras fuera destituido en Oviedo -el pasado martes-, viajaron a Grandas de Salime dos responsables intermedios de la Consejería de Cultura: Eva Sánchez, directora de la Oficina de Planificación y Gestión del Patrimonio Cultural, y Mercedes Mingote, jefa de sección de Museos. Ambas se reunieron con el nuevo director, Francisco Cuesta, y el alcalde socialista, Eustaquio Revilla. Coincidiendo con esta visita, la Consejería de Cultura hizo público un comunicado en el que anunciaba el cierre por dos semanas del Museo «por necesidades organizativas». La decisión, según Cultura, fue tomada por Francisco Cuesta, quien considera necesario un plazo de dos semanas «para elaborar un registro de los bienes culturales, dado que en el momento actual el Museo plantea una serie de deficiencias administrativas y documentales que le impiden cumplir sus funciones básicas».

Pepe el Ferreiro entregó las llaves sobre la una de la tarde, acompañado de algunos miembros de su familia. «Por decir, diría muchas cosas y muchos adjetivos, pero no lo voy a hacer», declaró. «El museo debe seguir adelante», añadió. Hubo un momento de tensión. Cuando Eustaquio Revilla abandonaba el museo, Belinda, hija de José Naveiras, le increpó. El regidor se dirigió a su vehículo.

El acto fue presenciado por tres diputados regionales del PP -Marcial González, Emilio Pérez Cueva y Román Suárez Blanco-, que celebraron ayer una reunión y posterior rueda de prensa en Grandas. Los populares solicitarán una comparecencia urgente de la Consejera ante la Comisión de Cultura de la Junta. Alfonso Román Pérez reclama un homenaje institucional a Pepe el Ferreiro. «A otros con menos mérito se les ha entregado la medalla de Asturias», subrayó. Román Pérez solicitó explicaciones a José Vega, representante de Cajastur en el consorcio, que votó a favor de la destitución de Pepe el Ferreiro; y denunció la actitud de IU: «Como miembros del Gobierno podían haber hecho más».

«Esto durará dos años. Cuando gobierne el PP, Pepe el Ferreiro volverá al Museo», señalaron.

La consejera de Bienestar Social, Noemí Martín, calificó ayer de «intolerable» el tratamiento que se le está dando a Pepe el Ferreiro, «artífice de uno de los mejores museos etnográficos de España, que ha conseguido impulsar el desarrollo del occidente asturiano». «Rechazamos este cese tanto en la forma como en el fondo», añadió la Consejera de IU, formación en la que también milita Pepe el Ferreiro. Martín afirmó que el colmo es la prohibición de que entre en el museo. «Lo que comenzó siendo un despropósito acabó siendo un esperpento».

Naveiras continuó ayer recibiendo adhesiones. La página web de LA NUEVA ESPAÑA recibió otros 200 comentarios a la noticia, la mayoría de apoyo. El grupo que le respalda en Facebook llevaba más de 3.500 adhesiones. Y el teléfono de su casa no para de sonar.