La merienda debe representar el 15 por ciento del aporte nutricional diario y, en cambio, no se le da la importancia que merece. La cuarta comida del día evita permanecer muchas horas con el estómago vacío y llegar a la cena con un hambre voraz que lleve a ingerir más cantidad de comida de la necesaria. Igualmente, ayuda a mantener un peso saludable y a neutralizar la acidez del estómago fruto de horas de ayuno; también regula los niveles de glucemia, señala la doctora Matilde López Llano.

Ni muy tarde ni muy temprano, la merienda debe estar lo suficientemente alejada de la comida del mediodía para que no interfiera en el proceso de digestión, y no muy próxima a la cena para que no anule el apetito ante la última comida del día. Este tentempié de media tarde recarga el organismo de energía para que pueda continuar en plena actividad durante el resto de la jornada. Erróneamente se cree que engorda. Todo lo contrario, ayuda a mantener un peso saludable y es altamente aconsejable en las dietas de adelgazamiento.

La merienda no debe ser un hábito exclusivo de los niños, ya que está indicada para todas las edades. La diferencia se encuentra en la cantidad de alimento a ingerir, que depende de las necesidades calóricas de cada persona y que generalmente vienen determinadas por la edad y la actividad física que realice. No obstante, la doctora López Llano destaca su importancia durante la infancia «por el desgaste propio de la edad y porque ayuda a educar a los niños en buenos hábitos alimenticios, tan beneficiosos de cara a su futuro».

La merienda en ningún caso ha de ser copiosa y sí lo más equilibrada posible. Por eso, es conveniente que esté integrada por alimentos variados, sanos y naturales, no excesivamente calóricos ni ricos en grasas saturadas y azúcares refinados. En esta línea se sitúan los lácteos, cereales y fruta fresca. Por ello sería conveniente no dejarse tentar por productos como los aperitivos salados, snacks o la bollería industrial que, según la nutricionista de la clínica Vetusta, en Oviedo, «sólo sirven para engañar el estómago, siendo su aporte calórico muy alto y su valor nutritivo escaso». Existe una amplia variedad de alimentos sanos muy apropiados para esta hora del día que aseguran los nutrientes que necesita el cuerpo para continuar el resto de la jornada.