Gijón, Á. C.

Paul Gordon, director de la película «Happy Poet», una de las competidora en la sección «Rellumes» del Festival de Cine de Gijón, lamentó ayer durante la presentación del filme el nulo apoyo que recibe el cine independiente en su país de nacimiento, Estados Unidos. «Allí es difícil ganarse la vida con esta profesión porque no quieren encontrar ideas diferentes. Sólo se fijan en productos comerciales que estén protagonizados por grandes estrellas para asegurarse el retorno en taquilla de su inversión».

El norteamericano señaló que «tuve que ahorrar 40.000 dólares para poder hacer este filme» y señaló a Europa como futuro escenario de sus producciones, ya que «tiene un público abierto al cine artístico, que busca cosas diferentes a las populares propuestas de las productoras».