Gijón, E. G. SALUEÑA

Aarón Zapico (Langreo, 1978), profesor de clave en el Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias, forma junto a sus hermanos Daniel y Pablo el trío «Forma Antiqva», uno de los ensembles de música antigua más galardonados y reconocidos de nuestro país. Es, además, el director de la agrupación. Desde la Academia de Música Antigua de Gijón (AMAG) –en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura–, además, proyecta los estudios de estos repertorios a través de clases, conferencias, talleres y conciertos. Como colofón al segundo módulo de actividades del período 2010-11, Aarón Zapico ofrecerá hoy un recital junto al violinista Emilio Moreno en el salón de actos del Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón, a las 20.00 horas, con entrada libre.

–Tras obtener la titulación superior en piano decidió profundizar en el clave. ¿Le resultó muy difícil adaptarse a este nuevo lenguaje?

–Pues sinceramente, no. Me sorprendió mucho la libertad y la creatividad que demanda la música barroca para clave, así como la increíble gama de colores propia del instrumento. Fue un proceso duro, aunque muy gratificante, ya que se trata de un instrumento muy exigente, pero, al mismo tiempo, muy obediente.

–Su faceta como instrumentista y concertista se complementa con su labor docente. ¿Hay retroalimentación de todo ello en su visión de la música?

–Desde luego. Considero absolutamente fundamental para un músico «total» compaginar la labor pedagógica y/o docente con la de concertista, además de, sobre todo en nuestro caso, la relativa a la investigación. Un músico profesional ha de saber tocar y subirse a un escenario, pero también ha de saber enseñar. He tenido la suerte de tener profesores muy buenos e intento que mis alumnos sientan la misma satisfacción que sentía yo cuando recibía clases de ellos.

–¿Cuál es el papel que cumplen el Festival de Música Antigua y la Academia en la oferta de este repertorio en Asturias?

–Es innegable que, dentro de Asturias, no sólo Gijón está interesada en la música antigua. Además de los citados en Gijón, también hay que resaltar los conciertos del auditorio de Oviedo. Hasta el momento, las únicas especialidades de música antigua que se pueden cursar en el Principado son flauta de pico (gracias al trabajo de Alejandro Villar en el Conservatorio Profesional de Gijón) y clave (con mis clases en Oviedo), aunque esperemos que no tarden en llegar otras especialidades, como cuerda pulsada.

–Resulta llamativo que los tres hermanos se hayan interesado por el mismo tipo de repertorio, especializándose en instrumentos distintos y compartiendo agrupación. ¿Ha sido todo un proceso natural?

–Sí, desde luego. Además, estoy convencido de que por eso funciona. Todos los pasos han sido hacia adelante, progresivamente y sin ninguna prisa. Mucho trabajo y unos objetivos coherentes, siendo realistas.

–La agrupación está nominada a los premios «AMAS», en la categoría «Otros instrumentos». ¿Una puerta de entrada al mundo clásico en estos galardones?

–Estaría muy bien, la verdad. Creo que sería muy enriquecedor premiar la labor de los músicos clásicos también. Nosotros ya nos sentimos muy honrados y agradecidos por la nominación.

–¿Qué se encontrarán los espectadores en su próximo concierto junto al violinista Emilio Moreno?

–Será un pequeño concierto a través de alguna de las obras más representativas del violín durante el Barroco. Se podrán escuchar, desde unas disminuciones de Victoria a cargo de Rognoni, hasta una sonata del gran Corelli, pasando por Selma y Salaverde, Fontana o Duphly. El protagonismo recaerá absolutamente sobre el violín de Emilio Moreno, uno de los pioneros de la música antigua en España, jefe del departamento de música antigua en la Escola Superior de Música de Cataluña, y uno de los mejores intérpretes y profesores actuales.

–¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

–Próximamente presentaré un programa de música española del siglo XVIII, con algún estreno en tiempos modernos, en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, al igual que otro de música italiana del «Seicento» en el recién reabierto Real Coliseo de Carlos III (El Escorial). También está próxima la aparición de mi primer disco en solitario con el sello Winter&Winter, titulado «Phantasia». Seguiré, además, con mis clases, además de dirigir y grabar «Las cuatro estaciones» de Vivaldi con «Forma Antiqva» en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Y lo más importante, ¡jugar todo lo que pueda con mi hija Inés!