¿Por qué un espejo confunde derecha e izquierda pero no arriba y abajo? Fíjese bien, póngase ante un espejo plano. Alce su mano derecha y verá que su reflejo le saluda con la izquierda y, en cambio, luce el reloj en su mano derecha. Pero ¿por qué lo que está arriba permanece arriba y lo que está abajo sigue allí? Sin embargo, si uno se tumba en la cama ante el espejo, nuestro reflejo sigue llevando el reloj en la mano derecha, aunque ahora sea la que está arriba o abajo, ¡y eso no debería estar invertido! La respuesta parece de Perogrullo, pero si usted trata de concretarla comprobará que no es tan sencilla como parece.

El premio Nobel Richard Feynman, padre de la electrodinámica cuántica y uno de los físicos más genialmente divertidos que han existido, refiere una explicación que gráficamente resuelve el dilema. El espejo no invierte derecha o izquierda, sino adelante y atrás. Cuando estamos ante el cristal, nuestra imagen especular es como si tuviese la parte delantera detrás y la trasera, delante.

Este aparente galimatías se entiende al ver que la geometría del espacio al otro lado ha variado. Póngase ante el espejo con un sacacorchos y coloque la punta sobre el cristal. Haga el gesto de hundir el sacacorchos y comprobará que su reflejo hace, justamente, el gesto de sacarlo. Ésa es la clave: el eje de coordenadas perpendicular al cristal se ha invertido.

Les recomiendo buscar en Youtube el vídeo en el que Richard Feynman explica esta aparente paradoja. Seguro que les engancha. En mi época universitaria disfruté con su fantástica biografía humorística (políticamente incorrecta en algunas cuestiones): «Está usted de broma, Mr. Feynman». Y los amantes de la ciencia no deben perderse sus «Lecciones de Física», en las que sin apenas fórmulas y con sencillez se abordan de forma diáfana los conceptos clave. Un verdadero manual imprescindible.