Director y gerente de la Orquesta Metropolitana de Lisboa

Oviedo, Javier NEIRA

El próximo día 29, el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias con la Orquesta Metropolitana de Lisboa ofrecerá los «Carmina Burana», de Carl Orff, en el Centro Cultural de Belén, en la capital del país vecino. El concierto se inscribe en un festival centrado en la voz. Estos días está en Oviedo, ensayando con el coro asturiano, el maestro portugués Cesário Costa, titular de la Orquesta Metropolitana.

-¿Qué tal va el trabajo con el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias?

-Muy bien, es una sorpresa muy simpática y muy agradable. Siempre es muy interesante para un director de orquesta trabajar con otras formaciones y con diversos coros. Ayer fue muy bien el ensayo. Vamos a ofrecer unos «Carmina Burana» diferentes, con un coro de España y una orquesta de Portugal. Será algo muy interesante para todos.

-¿Cómo es la Orquesta Metropolitana de Lisboa?

-Ahora cumplimos veinte años. Es una orquesta de cámara que puede ser ampliada en algunos casos, como en este concierto, en que tocaremos conjuntamente con los estudiantes de la Academia Superior Metropolitana. Nuestra orquesta se inscribe en un espacio más amplio, tiene una dimensión pedagógica muy fuerte, así que enlaza con el conservatorio, con una escuela profesional y con una escuela superior. Podemos englobar todos esos niveles y unir los músicos profesionales con, al menos, los estudiantes de la academia superior para un concierto. Por cierto, la escuela es la única que existe en Portugal que prepara músicos para tocar en una orquesta y, asimismo, forma directores de orquesta.

-¿Por qué esa mezcla?

-Intentamos que puedan tener una experiencia profesional. No es muy normal hacer «Carmina Burana» con estudiantes y profesionales unidos en una misma formación. Queremos crear condiciones para que tengan estas experiencias antes de trabajar en una orquesta. Y no solo los estudiantes, todos los músicos deben intentar encontrar nuevos escenarios para presentarse al público. Hay que ir a programas que sean interesantes para toda la familia. Nosotros hacemos muchos conciertos en bancos. La gente deja de trabajar durante media hora para oírnos. O también en factorías de coches. Las orquestas deben ir a bancos y fábricas, hay que salir al encuentro del público. Actuamos en una sala o donde se pueda. No hay que esperar que la gente venga, vamos nosotros al público.

-¿Se trata de salir del teatro burgués?

-Claro. Intentamos también que se produzcan comentarios en los conciertos, que se hable de la obra, del compositor y de su época. La música clásica no puede estar en un gueto, debe estar cada vez más abierta.

-Además de director de la orquesta es el gerente.

-La orquesta es una asociación que tiene subvenciones de la munipalidad de Lisboa y también de diferentes ministerios, como Educación, Cultura, Juventud y Turismo. Para mí el objetivo como director y como gerente es articular las diferentes actividades que organizamos con las escuelas y con la orquesta. Todos los años hacemos 500 presentaciones de la orquesta, de las escuelas, de audiciones y de otras cosas.

-¿Cuál es su formación?, ¿cómo ha sido su carrera?

-Primero estudié Piano en París, un período muy importante. No sólo por estudiar Piano, sino por tener contacto con las propuestas culturales de una gran ciudad como París. El trabajo de un pianista es simpre muy solitario. A mí me gusta mucho trabajar con otros. Primero fui director de coros y después estuve seis años en Alemania estudiando dirección de orquesta. Tienen una gran tradición musical, y para mí fue un tiempo muy interesente. Estuve cerca de Fráncfort. La dirección de orquesta te permite primero trabajar solo preparando las partituras, y después, trabajar con los demás. Para la Orquesta Metropolitana, para mí y para el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias hacer un concierto juntos la próxima semana es muy importante. No nos conocíamos y hay que encontrar cosas en común, formas de interpretar. Tenemos que entendernos. Tenemos que pensar la música de la misma manera para que el público se divierta. Ahora en España y después en otros países, debo conocer rápidamente cómo piensan y trabajan para poder hacer las cosas bien.

-Una obra tan conocida como «Carmina Burana», ¿cómo la aborda?

-Lo primero es tener una idea clara de lo que escribió Carl Orff, las notas, todo. Somos diferentes, podemos hacerlo con más o menos emoción. No caben dos interpretaciones iguales. Hoy sale de una manera y mañana de otra muy diferente. Los «Carmina Burana» se escribe en 1937 y se puede interpretar constantemente en todo el mundo porque todo cambia, los músicos, las salas de conciertos, todo.