Oviedo / Gijón, P. Á. / C. J.

El salón de actos del Hospital General de Asturias (integrado en el Hospital Universitario Central de Asturias, HUCA) se quedó pequeño para acoger ayer por la mañana a todos los médicos que acudieron a la asamblea informativa convocada por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).

El objetivo de la reunión era informar a los facultativos acerca de las repercusiones de la reorganización de la jornada laboral y de las posibles medidas de presión. «Nunca había visto tanta gente en una asamblea. La indignación es absoluta y se percibe un apoyo total a una posible huelga», explicó Ángel Colmeiro, responsable del SIMPA, quien agregó que esta organización dará a la Administración un plazo aproximado de diez días para negociar y alcanzar acuerdos antes de impulsar un programa de paros.

Entre tanto, los delegados de los restantes sindicatos sanitarios, que permanecen encerrados en la sede del Servicio de Salud (Sespa) desde el miércoles de la semana pasada, expresaron anoche su confianza en que la Consejería responda a la propuesta que han formulado por escrito, en la que piden una reducción de la jornada anual para el personal que trabaja a turnos.

«Sus expectativas se encuentran en un ámbito que es de pasado, no de presente», replicó el consejero de Sanidad, Faustino Blanco.