Oviedo, J. A. ARDURA / P. ÁLVAREZ

La Consejería de Sanidad dará prioridad a la recuperación de las primeras consultas con los especialistas aplazadas a causa de la huelga médica, así como a los tratamientos de las enfermedades de riesgo pospuestos con el mismo motivo. El consejero Faustino Blanco desgranó la estrategia que seguirá su departamento, en el transcurso de la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno en la que fue aprobado el decreto que regula la jornada laboral en la sanidad pública asturiana.

La nueva norma recoge todos los puntos del acuerdo suscrito el pasado viernes por Sanidad y el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), y que puso fin al conflicto que había surgido a principios del pasado mes de septiembre. El decreto regula con detalle la ampliación de 35 a 37,5 horas semanales en el sector sanitario regional, aplicando de este modo una norma impulsada por el Gobierno central. Asimismo, incluye el consenso alcanzado sobre la libranza de las guardias nocturnas y la actividad alternativa de los médicos mayores de 55 años que renuncian a trabajar por las noches.

En la jerga sanitaria de la atención especializada, se distingue entre primeras consultas y consultas sucesivas. Las primeras son aquellas derivadas desde la atención primaria, en las que el especialista intenta esclarecer la identidad y el alcance de la patología que padece el enfermo. El Consejero precisó que las primeras consultas son la llave para un diagnóstico, un pronóstico y una eventual cirugía. De ahí su decisión de otorgar preferencia a este epígrafe de la atención sanitaria.

Según los datos oficiales más recientes, el pasado 30 de noviembre eran 61.615 los asturianos pendientes de una primera consulta. Además, otros 14.489 estaban a la espera de una prueba diagnóstica (escáner, resonancia o procedimiento endoscópico) y 19.868 de una operación. Según Blanco, de la suma de estas cifras no puede deducirse que haya casi 100.000 personas en lista de espera, dado que en muchos casos «las personas que están pendientes de una prueba diagnóstica lo están también de una operación». Como elemento comparativo, el 31 de agosto, justo antes del inicio del conflicto sanitario, eran 58.411 los enfermos que esperaban una primera visita al especialista, 13.447 una prueba y 16.399 una intervención.

«El sistema sanitario no puede emplear los mismos recursos en operar juanetes que en patologías de riesgo», señaló el titular de Sanidad. «Las situaciones de riesgo se solucionarán cuasi-inmediatamente», apostilló Blanco.

El Consejero expresó su confianza en recuperar «en un plazo razonable» -concretamente, en el entorno de la próxima primavera- los niveles de lista de espera previos al inicio de la huelga médica, que se inició el pasado 8 de octubre, si bien los efectos del conflicto ya comenzaron a ser patentes en el mes de septiembre. Según Blanco, son unas 3.000 las intervenciones quirúrgicas pendientes como consecuencia de los paros.

Sanidad ya puso en marcha hace un mes un «plan de contingencia» para afrontar las demoras generadas por el conflicto. Blanco sostuvo que se trata de un «pico» de lista de espera derivado de un problema coyuntural -la huelga médica- y, por lo tanto, no tan difícil de resolver como si se tratase de una deficiencia estructural.

El titular de Sanidad ha solicitado comparecer en la Junta General del Principado para explicar la nueva regulación de jornada en la sanidad pública. Blanco enfatizó la apuesta del Gobierno asturiano por la mejora de la eficiencia, «pero sin reducir la cartera de servicios como ha hecho el Gobierno de Castilla-La Mancha» al proceder al cierre nocturno de las urgencias en una veintena de municipios. Asimismo, tildó de «preocupante» que el presidente madrileño, Ignacio González, afirmara que el Principado tiene en manos privadas el 37 por ciento de los servicios sanitarios. Según Blanco, dicha estimación incluye la actividad de los hospitales de Jove y Cruz Roja, en Gijón; y del Hospital de Avilés, cuyo estatus no tiene «nada que ver con lo que se está haciendo en Madrid».