La trigésimo sexta edición de los premios "Princesa de Asturias" echa a andar la semana que mañana comienza con la clara vocación de consolidar y ampliar el eco que estos galardones adquirieron, tanto en los medios de comunicación como entre la sociedad asturiana. Desde el martes, con la primera reunión de un jurado, el del premio de las Artes, y hasta septiembre, se irán sucediendo los anuncios sobre las candidaturas que han resultado elegidas. Hasta el momento, se han recibido 215 propuestas en total.
En la última edición, la cobertura mediática que recibieron en España los galardones que desde el año pasado llevan el título de la heredera de la Corona, la Princesa Leonor, tuvo un coste equivalente a 50 millones de euros, según cálculos de Sofres, empresa de medición de audiencias. Es decir, esa cantidad es lo que costaría contratar una campaña publicitaria sobre los galardones que se entregan en el Teatro Campoamor de Oviedo con un espacio y un tiempo en prensa, radio y televisión equivalentes a los alcanzó la información de la última edición.
La vertiente que tienen los Premios como escaparate hacia el exterión, tanto de Asturias como de la monarquía -ahora revitalizado con la reciente llegada al trono de Felipe VI-, resulta evidente. A esta faceta se ha incorporado otra, en cada edición más acusada: la de la participación popular en los actos que se organizan en torno a los Premios o en la misma semana de entrega de los galardones. El año pasado, cerca de 17.000 personas participaron en las actividades organizadas por la fundación que dirige Teresa Sanjurjo. Además de los propios encuentros con los premiados, una de las actividades más gratificantes para la Fundación es el programa "Toma la palabra", en el que se da cabida y protagonismo a los escolares asturianos. Casi 2.500 alumnos de la región participaron el año pasado. Los propios premiados se implican en el plan. De hecho, las científicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, que el año pasado recibieron el galardón de Investigación Científica y Técnica, se llevaron alguno de los dibujos que habían hecho los escolares asturianos para ilustrar con ellos las presentaciones digitales de sus trabajos científicos.
Aunque este año se van a producir algunos pequeños cambios en la composición de los jurados, no será hasta 2017 cuanto comience a aplicarse un nuevo sistema que activará una renovación automática de los integrantes. Así, habrá un máximo de cuatro convocatorias para los miembros del jurado. La renovación comenzará por los componentes más veteranos en el cargo.
Esta decisión forma parte de un plan más amplio, fruto de un estudio elaborado por la consultora KPMG, que trata de identificar los llamados "riesgos reputacionales" en los que podría incurrir la institución. El tono de ejemplaridad que Felipe VI trata de dar a su incipiente reinado tiene que proyectarse también en una entidad tan vinculada a su imagen.
