Tres escenarios importantes, el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner, el auditorio Príncipe Felipe y el palacio Conde de Toreno (RIDEA), y uno singularmente importante: la calle. Serán lo ejes de los cursos de verano 2017 de la Escuela Internacional de Música que organiza la Fundación Princesa de Asturias del 20 al 29 de julio y que ayer se presentó en su sede en Oviedo. La conferencia inaugural la pronunciará el violinista Paco Montalvo.

Como explicó la directora de la Fundación, Teresa Sanjurjo, tras la proyección de un vídeo en el que una joven interpretaba una versión de "Aleluya" de Leonard Cohen, los cursos de verano se fortalecen año a año desde su nacimiento en 2005. Desde entonces han desfilado 1.400 alumnos de treinta países. Entre los objetivos y la claves de los cursos, matizó la directora de la Fundación, están "la intensidad, el trabajo, un claustro de profesores internacional y el tener un número limitado de profesores por alumno". Claustro con profesores de prestigio de siete países.

Sanjurjo destacó la música sobre ruedas o los microconciertos con teatro. La directora de la Fundación dijo que los jóvenes músicos tendrán que ofrecer conciertos tanto en el RIDEA como en el Auditorio y en diferentes plazas de la ciudad que recorrerán una "furgoneta vintage" para acercar la música clásica a la gente.

Actividades todas ellas muy sólidas que, con su programa, "aportan a la ciudad" una variante cultural muy rica puesto que convocan a mucha gente que llega de otros lugares fuera de Asturias, incluidos antiguos alumnos o alumnos "que vienen con sus familias". Sanjurjo detalló que la Fundación se hace cargo del 60% del coste de cada alumno.

Por su parte, el director artístico Yuri Nasushkin destacó el valor tanto de las clases individuales como las colectivas. Porque con estas últimas "exponen su filosofía estética y mantienen un convivencia intelectual con la que luego continúan una amistad debido a sus colaboraciones colectivas". Al igual que Sanjurjo destacó los microconciertos y la música sobre ruedas, "una variante que es una intriga y que invito a que todo el mundo lo vea". El director artístico ensalzó también el espíritu joven que se vive en la Escuela y dio una dato muy interesante: que han pasado alumnos desde 6 y 7 años hasta 30. Aplaudió la escuela de verano y sus actividades porque es un escaparate cultural "no sólo para Oviedo y Asturias", sino que tiene un ámbito global.