El escritor argentino Mariano Quirós se adentra por una naturaleza hostil, de pájaros, monos y caimanes, en su nueva obra "Una casa junto al Tragadero", ganadora en septiembre del XIII premio Tusquets Editores de Novela, que ha recogido hoy en Barcelona de manos del editor Juan Cerezo.

Quirós ha explicado en un encuentro con periodistas que la historia está protagonizada por un hombre llamado El Mudo, quien un día, por una cuestión trágico-amorosa, decide "evadirse de la alienación urbana e irse al monte".

El relato parte de una conversación que mantuvo con uno de sus amigos, quien estaba muy angustiado, porque tuvo que dejar la ciudad de Resistencia para irse a vivir a un pueblo apenas a una veintena de kilómetros, pero "con un paisaje abrumadoramente feo y hostil".

Antes de proseguir sobre cómo fue la construcción de la novela, Quirós ha indicado que, aunque lleve dos años viviendo en Buenos Aires, es originario de Resistencia, una ciudad del norte de Argentina, donde nació en 1979, y que es muy diferente al resto de la provincia del Chaco.

Nada complaciente con lo que supone vivir entre árboles y animales, en la novela se narra la peripecia del Mudo en un territorio selvático impreciso, cerca del Tragadero, un río real del norte argentino.

El Mudo se relacionará solo con Insúa, el dueño de un almacén de víveres, y tendrá contacto con otros personajes, a los que ve como unos intrusos, que merodean por su territorio, como Soria o los jóvenes ecologistas de la Fundación Vida Salvaje.

Mariano Quirós, que en Argentina lleva publicadas varias novelas y un par de libros de cuentos, ha señalado que quería ir de la mano de alguien que fuera de vida urbana y, de repente, se encontrara "con la necesidad de sobrevivir a la naturaleza".

Además, ha querido que este hombre en este inquietante relato "no contara nada de sí mismo, lo que se espera que se haga cuando uno llega a un territorio nuevo y de a conocer las experiencias de una vida anterior".

Preguntado si ha tenido ya algún comentario de alguna organización ecologista de la zona, Mariano Quirós ha bromeado que "por suerte, los grupos ecologistas son poco lectores".

La novela de Quirós fue elegida entre 472 manuscritos por decisión de la mayoría del jurado presidido por Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Antonio Orejudo, Daniel Ruiz García, ganador de la anterior convocatoria, y en representación de la editorial Tusquets, Juan Cerezo.

Precisamente, Cerezo ha aseverado hoy que para todos ellos se trataba de un autor anónimo pero "fue visto como el más valiente, con una novela original y poderosa, ajena a lo que podíamos esperar, de una periferia de Buenos Aires desconocida para nosotros".

El premio, que se convoca con el patrocinio del Fondo Antonio López Lamadrid constituido en la Fundación José Manuel Lara, consiste en una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y en un anticipo sobre derechos de autor de 18.000 euros.