El programa presentado por la asturiana Luján Argüelles en Cuatro ha cerrado su quinta edición consiguiendo que todos los protagonistas encuentren el amor entre sus pretendientas. Dejando a un lado sus aciertos como Cupido, el programa ha sabido seguir fiel a su esencia y ha conseguido que un grupo incondiconales siguieran viendo sus peripecias pese a los numerosos cambios en el día de emsión. El maltrato al que Mediaset ha sometido el programa este año se ha dejado notar algunos días, pero "¿Quién quiere casarse con mi hijo?" ha logrado sobrevivir a caballo entre la noche de los lunes y los miércoles.

Teniendo claro que el formato ya no sorprende a nadie (en unos días "Granjero busca esposa" cogerá el testigo y son practicamente dos calcamonías), el programa tendrá siempre un hueco en las redes sociales gracias a su increíble labor de montaje. El equipo que se dedica a editar el programa ha conseguido un sello propio que impregna todos los espacios del universo "tróspido". El verdadero motivo por el que "¿Quién quiere casarse con mi hijo?" engancha es que trabaja sobre la delgada línea que hay entre reírse "con" sus protagonistas o reírse "de" sus protagonistas. Siempre que empieza un nuevo programa nunca sabes con qué te vas a encontrar y quién será ese día la víctima de las burlas y el montaje.

En su final, el pasado miércoles, Luján volvió a obligar a los pretendidos a decidirse entre el amor o la vuelta a casa con sus madres. Todos lo tenían claro. Tras dar una oportunidad al amor (lo que en televisión suele durar tres o cuatro "bolos" en discotecas) las madres tuvieron que recorrer solas el largo camino de vuelta a casa.

En una final con sorpresas, Pepe dió a conocer su alter ego "Kilómetro y Medio" y el asturiano Jesús, no contento con elegir a Andrea y dejar a su madre con cara de circustancia, se arrodilló en los momentos finales de la gala para pedirle matrimonio.

Parece que si el millón de seguidores sigue fiel al formato tolevisivo, todavía queda "¿Quién quiere casarse con mi hijo? para rato. Lo que es seguro es que participantes no le van a faltar. Ni "Gran Hermano" y "Mujeres, hombres y viceversa" juntos son capaces de terminar con la larga lista de candidatos a hacerse famosos en un programa de televisión.