El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg asumió ayer que su compañía ha venido actuando de manera "irresponsable" en los últimos años, tanto en el tratamiento de los datos privados que les entregan sus usuarios (2.200 millones en todo el planeta) como a la hora de responsabilizarse de determinados contenidos radicales, racistas o claramente criminales que se han llegado a difundir a través de su red social.

En el inicio de la maratón que ayer y hoy tendrá que correr Zuckerberg al testificar ante varios comité del Congreso de EE UU, el fundador de Facebook negó que su empresa fuera en la práctica un monopolio - "Ciertamente no me parece así"- pero rectificó su postura anterior y admitió que su plataforma tecnológica, al contrario de lo que insistía hasta hace no mucho, no es en absoluto neutral: "Somos responsables de los contenidos". Por todo ello, admitió que está abierto a una regulación legal de sus actividades.

Zuckerberg, multimillonario de 33 años, muy poco dado a las comparecencias públicas, ha tenido que se entrenado por asesores para reforzar su empatía y aplacar su gélida imagen para comparecer ante los congresistas y senadores de EE UU que le han llamado para testificar por el escándalo de la filtración de los datos privados de 80 millones de usuarios. Estos datos fueron extraídos gracias al uso de una aplicación supuestamente destinada a una investigación científica, pero fueron vendidos a la empresa Cambridge Analytica, fundada por el exasesor de Trump Steve Bannon, que usó esta información para acciones de marketing político digital en favor del actual presidente estadounidense y también en pro de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Al inicio de su comparecencia de ayer, Zuckerberg asumió que su compañía no calibró de manera "suficientemente amplia" su "responsabilidad". Eso fue lo que dijo ante los Comités Judicial y de Comercio del Senado estadounidense en la primera sesión pública que protagoniza sobre el escándalo de Cambridge Analytica. "Eso fue un gran error. Y fue mi error. Y lo siento", añadió. El fundador de Facebook aseguró: "Mi mayor prioridad ha sido siempre conectar a la gente, nuestra misión social, conectar a la gente, crear comunidad y unir al mundo. Anunciantes y desarrolladores nunca serán una prioridad por encima de eso mientras yo dirija Facebook". No obstante, Zuckerberg, reconoció ante los senadores que "no es suficiente" que su compañía "conecte a la gente", sino que tiene que "asegurarse que esas conexiones son positivas" y proteger su privacidad. "Nos enfrentamos a una serie de cuestiones importantes en torno a la privacidad, la seguridad y la democracia. Y con razón ustedes tendrán algunas preguntas difíciles que hacerme", afirmó.

Zuckerberg se comprometió ante los senadores a hacer reformas dentro de su empresa para poder aumentar esas protecciones, y consideró que proteger información de los usuarios es "una responsabilidad básica" que no cumplieron con el abuso de Cambridge Analytica. Enumeró también una serie de medidas que están llevando a cabo, como "investigar decenas de miles de aplicaciones" que se interconectan con su plataforma. "Y si encontramos alguna actividad sospechosa, vamos a realizar una auditoría completa de esas aplicaciones para comprender cómo están utilizando sus datos y si están haciendo algo inapropiado".

Estas declaraciones siguieron la línea, ya conocida, de lo que iba a ser su intervención de ayer. Sin embargo, entre las novedades de la sesión cabe citar que Facebook, como reveló Zuckerberg, está trabajando con el fiscal especial Robert Mueller para aclarar la injerencia rusa a través de internet en la campaña electoral que llevó a Trump a la Casa Blanca. Al comienzo de la sesión, el presidente de Facebook también explicó por qué la política sobre el uso de datos no era más explícita: "Si lo haces más largo y escribes todos los detalles, entonces probablemente reducirás el número de personas que lo leerán".