"No voy a pedir perdón". El poeta Luis García Montero respondía ayer así al requerimiento de la viuda de Ángel González, Susana Rivera, de que se "limpiase" su nombre antes de volver a considerar la opción de que el legado de su marido retorne a Oviedo. Rivera y Montero mantienen serias diferencias que surgieron a raíz de la publicación de "Nada grave", el último volumen de Ángel González, que García Montero consideró en su prólogo una suerte de obra inacabada y Susana Rivera un libro totalmente terminado y cierre de su obra poética.

García Montero intervino en el congreso que estos días dedica la Universidad a la figura de Ángel González. En una charla titulada "Ángel González, un poeta con pasado" García Montero repasó la influencia de autores como Machado, Juan Ramón Jiménez o César Vallejo en el autor ovetense.