Festival de Cannes (día 5): Scorsese irregular y Auschwitz según Glazer

Scorsese, De Niro y la actriz Lily Gladstone.

Scorsese, De Niro y la actriz Lily Gladstone. / Mohammed Badra / POOL

Pablo Álvarez-Hornia

Pablo Álvarez-Hornia

The Zone of Interest es probablemente la película que más opiniones enfrentadas ha generado en lo que llevamos de festival. La cinta de Jonathan Glazer es un acercamiento intelectualizado al Holocausto que deja en el fuera de campo todo aquello que asume conocido por la audiencia, y se centra en su lugar en la cotidianidad de Rudolf Höss y su familia en una casa idílica a las mismísimas puertas de Auschwitz.

The Zone of interest

The Zone of interest

Por compararla con referentes cercanos que abordaban el mismo tema: The Zone of Interest comparte brutalidad y dureza con la Son of Saul de Laszlo Nemes, pero presenta un punto de vista radicalmente opuesto que descarta casi por completo la posibilidad de generar emoción de manera directa o empática. En su lugar, tenemos la frialdad del off, con las suficientemente evocadoras imágenes de las chimeneas y con el retrato de la mujer del comandante, recurrentemente abusiva hacia sus sirvientes; ésta es prácticamente la única proyección directa de la violencia que se está produciendo a escasos metros de la acción de la película, siendo la mayor parte del metraje de una gelidez y distancia tales que el choque entre lo que vemos y lo que sabemos es inevitablemente violento.

También se ha podido ver el policiaco procedural chino Only the river flows, y Goodbye Julia, película que trata las diferencias entre el Sudán del norte y el sureño partiendo de un conflicto muy individualizado.

He Bian De Cuo Wu

El actor Zhu Yilong, protagonista de "He Bian De Cuo Wu" (Only the river flows). / SEBASTIEN NOGIER

Con todo, el protagonismo se lo han llevado las colas para acceder a entradas de última hora (formadas doce horas antes) de la proyección de Killers of the Flower Moon, el western de Martin Scorsese con Leonardo DiCaprio y Robert De Niro producido por Apple. A pesar de su género, es una película que incorpora en su tramo final muchos de los elementos más reconocibles del cine de Scorsese; sin embargo, en sus primeros compases sí que supone una cierta ruptura respecto a la mayor parte de su filmografía —consecuencia, al parecer, de varios procesos de reescritura sucesivos que cambiaron durante su larga preproducción el centro de la película respecto al de la novela que adapta—.

Leonardo Dicaprio, protagonista en "Killers of the Flower Moon".

Leonardo Dicaprio, protagonista en "Killers of the Flower Moon". / SARAH MEYSSONNIER

Al final, la estructura encaja pero es apreciable que se trata de un combinado de dos películas diferentes: la primera, que se desarrolla de forma más pausada, toma el punto de vista de los Osage en los años 20, narrando la progresiva desintegración de su pueblo desde el momento en que el hallazgo de petróleo les catapulta a una acelerada pérdida de su identidad a la vez que se vuelven el grupo con mayor renta per cápita del planeta.

Martin Scorsesse.

Martin Scorsesse. / Mohammed Badra / POOL

La segunda —y quizás la que resulta más atropellada— es un drama criminal que presenta otra fractura familiar: esta vez, la de la familia del magnate William Hale, personaje detrás de los numerosos asesinatos de nativos Osage. Es aquí cuando Scorsese introduce fugazmente una historia sobre la aparición del FBI que resulta más familiar pero desbarata en gran medida lo construido hasta ese punto, cambiando un protagonismo verdaderamente coral por la fijación del centro de atención en DiCaprio y De Niro. También hay algunos vaivenes formales, y resuelve algunas secuencias clave en planos-contraplanos que parecen descansar todo su peso en los dos actores principales, sin voluntad de intervenir.

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