El entrenador del Villarreal, Marcelino García, señaló en rueda de prensa que se siente discriminado respecto al resto de los técnicos de Primera, después de haber sido expulsado en la primera jornada y posteriormente sancionado con dos partidos.

"Creo que soy el muñeco de pimpampum de los entrenadores. Sólo hice una protesta porque el rival saca un saque de banda diez o quince metros por delante de donde era y delante del árbitro, por ello protesto y me expulsan. Además en el acta se dice que había previa advertencia y no es verdad", explicó el técnico asturiano.

"Los demás pueden abrir los brazos y protestar y yo no puedo. Veo que los entrenadores a mi lado, protestan igual o más que yo y no pasa lo mismo. Es un tema personal mío, parece que no puedo protestar", añadió.

El capitán del equipo, Bruno Soriano, que también fue expulsado ha sido sancionado igualmente con dos partidos, aunque en este caso el club va a recurrir.

"La sanción de Bruno se va a recurrir y esperemos que sean los menos partidos posibles o ninguno. Es una acción que no produce lesión, y me parece que para dejar a un equipo con diez, hay que hacer algo más", dijo el técnico de Careñes.

Respecto al partido ante el Espanyol, que disputarán hoy, con el que se abre la segunda jornada de Primera División, a partir de las ocho y media de la tarde, recordó que es su primer partido en casa. "Tenemos la ilusión de transformar el buen juego en la primera victoria. Sabemos que el rival nos ganó aquí la pasada temporada por 0-3 y eso nos tiene avisados, debemos recordarlo para que no vuelva a suceder".

Sobre su equipo, el técnico asturiano reconoció que "para tener el juego de ataque de la temporada pasada va a tener que pasar tiempo y lo sabemos".