El Sporting estará bien representado en Balaídos a pesar de que no acudirá ningún directivo en señal de protesta por la negativa del conjunto vigués a vender entradas a la afición rojiblanca. No habrá consejeros rojiblancos en el palco, en el campo, ni en la comida de protocolo. Quien sí viajará a Vigo con la expedición rojiblanca, que viene haciendo durante los últimos años, es Quini, encargado de las relaciones institucionales del club. El Brujo ha cambiado esta temporada el banquillo (durante años ejerció como delegado del primer equipo) por el palco y llegó a plantear la posibilidad de sumarse al veto de los directivos. Finalmente se decidió que Quini tenía que viajar y estar con los futbolistas y el cuerpo técnico como ha hecho siempre.

No obstante, el Brujo tampoco acudirá al palco de autoridades del Sporting. Quini no puede tampoco sentarse en el banquillo, toda vez que la función de delegado la ejerce Mario Cotelo y no tiene tramitada ninguna otra licencia. Tampoco se valora que vaya a la grada, ya que el Sporting ha rechazado todo tipo de entradas ofrecidas por el Celta, incluidas las de protocolo y las de los familiares de los futbolistas. La solución más probable pasa porque el Brujo sea acreditado como un auxiliar del Sporting y vea el encuentro desde el palco de prensa, junto al jefe de prensa, José Luis Rubiera, y al miembro del cuerpo técnico, Marco Canal, que cada semana graba el partido desde esta zona. También es habitual que los futbolistas descartados por Abelardo ocupen esta ubicación.

Quini es una parte importante de las expediciones del Sporting, una persona muy querida por todos los viajeros.

Por otro lado, el presidente del Sporting, Antonio Veiga, recibió una llamada del director de seguridad de la Liga de Fútbol Profesional, que quiso conocer la versión del club rojiblanco en el enfrentamiento con el Celta. En principio no hubo ningún tipo de intermediación de la Liga, que también escuchó la versión de la directiva celtiña. Fue una llamada meramente informativa.